Zona Costera...
Bournemouth es una pequeña ciudad costera situada en el sur de Gran Bretaña.
Durante mi visita de esta ciudad, en verano, el clima fue un poco loco, cambiaba de un día para otro. Había días en los que salía el sol y pegaba muy fuerte, pero de repente, en un instante, se ponía a llover.
Había que llevar siempre una chaqueta encima y paraguas o, en su defecto, chubasquero, por lo que pudiese pasar.
Sin embargo, cuando luce el sol, puedes disfrutar para ir a la playa e incluso bañarte o simplemente dar un paseo por la orilla. Es una orilla repleta de conchas bonitas (por si te gusta coleccionarlas).
La arena de esta playa es muy finita, perfecta para dar un paseo descalzo, pero a la vez algo incómoda cuando sopla un poco el viento.
Cuando te adentras poco a poco en el mar, notas que el agua no te cubre hasta que avanzas demasiado. Una larga orilla sin duda.
Allí la gente suele ir a la playa para relajarse pero también para jugar a las palas, a rugby...Por las noches hacen unas pequeñas fogatas para pasar allí el rato con el fresquito de la noche.
También, unos de los animales que más tiempo pasan por aquella zona son, las gaviotas.
Éstas se posan en las torres que hay adentradas en el mar, cuya función es medir la altura de éste, ya que la marea sube y baja a lo largo del día.
Para llegar a la arena, junto a la playa, hay una calle con toda una fila de casetas de colores que están ordenadas por los diferentes tonos. Estas casetas son pequeños trasteros que los residentes de esta ciudad alquilan, o tienen comprados, donde guardan los utensilios de la playa.
Otros lo utilizan como un miniapartamento, donde guardan una cocina portable, sillas, mesas...que sacan al exterior para poder utilizarlo todo,
Por esta calle muchos optan por salir a correr, mientras que pueden, así, disfrutar de unas increibles vistas.