CAP. 4 - El Lago Bled, la joya eslovena

Sin duda queda elegido como el destino más bonito de nuestra aventura. El lago Bled, ya de por sí espectacular, luce precioso con la nieve de los días anteriores. ¡Y encima nos hace sol! Es la excursión perfecta, la bocanada de aire fresco y naturaleza que necesitábamos. Pasear por estos parajes es algo que me va a costar mucho olvidar. Ojalá haberlo visto en verano para poder nadar hasta la iglesia y tocar la campana de los deseos (os explico más abajo).

Foto 1. Fotografía panorámica del lago desde el embarcadero norte. En el medio puede apreciarse la isla y su iglesia.

Me reitero en que las fotos hablan por sí solas (os juro que, aunque parezca increíble, son fotos hechas por nosotras)...

Foto 2. Tomada desde la zona de pic-nic.

CÓMO LLEGAR HASTA BLED

La forma más rápida y económica de llegar hasta el lago desde Liubliana es coger un bus de línea que sale de la capital eslovena y va parando en distintos pueblos hasta llegar a l pueblo de Bled, en el que se encuentra el increíble lago. De esta forma, en apenas cincuenta minutos te presentas en el lago más bonito del centro de Europa.

El ticket de ida y vuelta se puede coger en la propia estación y a nosotras nos costó en torno a 12 euros. Juraría que el bus de línea es de Alpetour y, una vez más, lo más importante es que estéis atentos y os bajéis en la parada “Bled”, pues nadie va a esperaros.

En cuanto llegáis al pueblo, en menos de cinco minutos andando podéis llegar al lago.

Foto 3. La isla de Bled (única isla natural de el país) y su iglesia.

DÓNDE COMER EN BLED

Bled ofrece muchos restaurantes y chiringuitos donde se puede comer. El propio pueblo tiene infinidad de opciones y los hoteles que rodean el lago también están equipados con restaurantes.

Sin embargo, de estudiante a estudiante, comer en Bled es caro. Para los eslovenos, el lago es la excusa perfecta para cobrarte de más por cualquier bocadillo cutre. Sin duda, la mejor opción es ir con tu propio bocadillo, y si es en época estival aprovechar para comprar un helado.

 QUÉ HACER EN BLED

• Pasear por el lago: es el básico de cualquier visita a Bled, sea en la época del año que sea. Rodear el lago te puede costar en torno a hora y media o dos horas parándote para hacer alguna foto y admirar el paisaje.

  

• Alquilar una pletna (el típico barco del lago) y llegar hasta la isla central (que, por cierto, es la única isla de Eslovenia). Montar en una de estas embarcaciones cuesta 12 euros y encima tienes que remar. Al llegar a la isla central, puedes subir los 99 escalones que te harán llegar a la Iglesia de la Asunción. Arriba, tendrás que pedir un deseo, ¡y tocar la campana para que se cumpla! (os cuento el por qué un poquito más abajo).

  

• Si tienes suerte y visitas el lago en verano, ¡puedes nadar! De hecho, hay zonas “de playa” por las que acceder más cómodamente e incluso unos toboganes.

• Subir al castillo (la entrada son 11€) y disfrutar de las mejores vistas.

• Dar un paseo por el pueblo que aunque no es muy bonito tiene muchas tiendas para comprar postales y souvenirs. 

LAS LEYENDAS DEL LAGO BLED

Por lo que nos contó un guía esloveno de Bled, el lago alberga diferentes leyendas. Yo os cuento las tres con las que él nos deleitó aquel día:

La primer leyenda, cuyo nombre desconozco, cuenta que la zona del lago estaba repleta de hadas bailarinas que convivían en harmonía con la ovejas. Sin embargo, un día, las ovejas comenzaron a comer más de la cuenta. Las hadas, que bailaban sobre la hierba, suplicaron a los pastores de aquellas ovejas que controlaran a sus rebaños y que no permitieran que las ovejas se comieran toda la hierba. Sin embargo, estos hicieron caso omiso a la propuesta de las hadas, por lo que, las hadas se quedaron sin pista de baila. Como venganza, las hdas inundaron el valle quedandose con la isla del medio para poder bailar tranquilamente sin ovejas merodeando ni pastores molestos.

Foto 4. La iglesia desde uno de los bancos del paseo.

La segunda leyenda que nos contó es muy parecida a la primera. Sus protagonistas también son ovejas glotonas y pastores pasotas. En este caso, sin embargo, en medio de la explanada había una capilla, y no una pista de baile. Las ovejas merodeaban este lugar sagrada y lo deterioraban. Para protegerlo, Dios creó un lago alrededor de la capilla, que posteriormente terminó convirtiendose en iglesia.

Foto 5. Los montes nevados que rodean el lago.

La última (y posiblemente la más real) de las leyendas es la de La campana de los deseos. Segun esta leyenda, a finales de la Edad Media, el señor de Bled fue asesinado por unos bandidos. Su mujer, llamada Poliksena, ordenó construir una campana en su honor, fundiendo toda su riqueza. Ella quería que dicha campana repicase en la Iglesia de la Asunción de Bled en honor a su marido. Pero, después de dicha construcción, cuando transladaban la campana a la isla, se desató una tormenta hundió el barco encargado del traslado y la campana. Cuando el Papa escucho la historia de tal desdicha, decidió regalarle una campana a Bled y a Poliksena. Según el esloveno que nos contó esta historia, todos los años en Navidad (el 25 de diciembre) se celebra un evento en el que unos buceadores sacan del lago la campana hundida.

Foto 6. Imagen de la colina tomada desde el embarcadero en frente de la parada del bus.

*Todas las fotos del artículo están tomadas con la cámara del iphone 7 de mi amiga.

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