Belem Do Pará

Muchos cuentos, leyendas e historias se han inspirado en este lugar y es que entre tanta naturaleza, fauna y flora, es muy fácil dejarte encantar por su belleza y colorido para tener tu propia experiencia.

Este sitio se encuentra en Sur América y se le conoce como la Selva del Amazonas, considerada como la selva más grande del mundo y el pulmón del planeta. Su extensión es de 6. 000. 000 km cuadrados, por lo que abarca nueve países del continente americano: Perú, Ecuador, Bolivia Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam, Guayana Francesa y Brasil.

Es tan rico y abundante su ecosistema que alberga al 20% de la fauna y flora mundial. Aun no se tiene un número preciso de cuantas especies de aves habitan en ella y los grandes exploradores no logran clasificar hasta la fecha la variedad de plantas que crecen en esta zona, dejando muchas tierras vírgenes sin recorrer, especialmente en Perú, donde se encuentra la mayor riqueza biológica del mundo gracias a esta selva Amazoníca.

Es esta ocasión descubriremos al Amazonas, desde la Ciudad de Belem Do Para en Brasil.

Un mosaico de arte, música, baile, gastronomía y cultura se citan las 24 horas del día en esta ciudad brasileña. Así te recibe Belem Do Para, entre fiesta y algarabía. Está ubicada entre el Amazonas, rodeada por el rio del mismo nombre y llena de mucha historia y colorido. Por eso se le conoce como la puerta para entrar a la Amazonía y se cuenta entre las 10 ciudades más importantes de Brasil.

Mi preocupación al llegar fue ¿por dónde empezar cuando hay tanto que conocer y disfrutar? Pero me dejé envolver por el calor y alegría de esta interesante ciudad.

Empecé por disfrutar del arte en su lenguaje artístico referido a la expresión corporal, es decir, “el teatro”, y que en el corazón de la ciudad se encuentran muchos de estructuras arquitectónicas maravillosas, pueden ser grandes o pequeños, los hay para todos los gustos, dramas y obras musicales para deleitarte cada noche. El teatro principal es El teatro de Belém Do Para.

Después de relajarme apreciando el teatro, la comodidad de un buen restaurante de comida tradicional se me antojaba para contemplar las estrellas del amazonas, así me encontré con la Ciudad Vieja, que es el centro histórico de esta ciudad, donde hay variedad de restaurantes para todos los paladares, ya sean menús típicos o internacionales americanos o europeos. Pero no te puedes ir sin probar las delicias del lugar, como por ejemplo: el Acaí que es la fruta por excelencia, el Tacaca, que es una sopa con camarones con una hierba llamada jambu, o el Tucupi que se hace con un líquido amarillo extraído de la yuca, con hierba jambu y picante, tal efecto hace adormecer un poco la lengua, pero todo vale la pena porque es parte de la aventura.

Al siguiente día, mi itinerario me condujo a la estación de barcos o ferris que te llevan a las islas que se encuentran cerca de la ciudad para adentrarte completamente al Amazonas. Cuando viajas en el barco, los citadinos que te acompañan, te cuentan sobre la leyenda de las anacondas, que son serpientes de un tamaño descomunal, los machos miden 2. 5 mts, pero las hembras llegan a medir más que los machos con un promedio entre 4 y 8 metros de largo con un peso de más de 200 libras. En Belem Do Pará, respetan mucho a este animal y en sus celebraciones hay representaciones de anacondas, que son imitaciones realizadas de forma colorida.

Llegando a Isla Cotijuiba.

Representaciones de Anacondas en las celebraciones.

Después de escuchar las historias de las anacondas, llegué a la isla de Cotijuiba, donde conocí mucho sobre la cultura de la zona: asistí a una fiesta donde aprendí un poco sobre sus bailes, rituales, comidas, música e instrumentos musicales. También, esta isla tiene playas atractivas para el turismo. Regresé de Cotijuiba, muy feliz y satisfecha sobre todo porque el calor de la gente te hace sentir que estás siempre en casa.

Nativos de la zona con sus instrumentos musicales.

Me preparé luego para ir al Mercado Ver-o-peso, desde muy temprano salí para aprovechar al máximo este lugar, y es que no es un mercado común, en él venden diversidad de hierbas exóticas, aromáticas, sanadoras, liberadoras, para todo. Te explican el significado de cada planta, cómo extraen las plantas, sus aromas, sus medicinas, cómo tienes que usarla y prepararla etc. Me compré un frasquito para la buena suerte, otro para la abundancia y no podía faltar para el amor, que de paso la vendedora me hizo un mini ritual para limpiarme de todo el stress y malas vibras…jajaja…fue muy divertido y ceremonial, respeté mucho este momento porque es parte de una cultura ancestral de nuestros “tatas” o antiguos nativos. Con mi limpia hecha y variedad de perfumes, frasquitos y hierbas me fui a descansar, fue un día lleno de muchas sorpresas.

Los días pasan rápido en Belem Do Pará, y falta por mucho por recorrer, pues está el Bioparque Amazonas y el jardín Botánico que encierran la belleza de la zona, respiras profundo por sus senderos, observas infinitas plantas de todos los estilos, formas, tamaños, funciones y colores. La fauna, es maravillosa también, incontables los sonidos que escuchas de todos los tipos de aves inimaginables, mamíferos, reptiles, insectos, hay de todo. Aquí te detienes por un momento para dar gracias a la vida que nos ha dado tanto en la madre naturaleza y a ponerte en acción para cuidarla y preservarla para que las nuevas generaciones tengan la dicha de admirar lo que una vez admiramos nosotros.

Atardecer en el Amazonas.

Para llegar a este lugar, puedes hacerlos desde cualquier parte del mundo, lo primero es llegar a la capital de Brasil y luego abordar un avión para Belem Do Pará, directo a la aventura y el placer de conocer cosas nuevas e interesantes. Puedes hacer tu propio plan de viajes y conducirte por la ciudad a los lugares que desees sin ningún inconveniente. ¡Vive la experiencia, vívela desde América Latina!