12 de octubre: Día de la Hispanidad

Si hace una semana escribí sobre el Día de la Constitución Española, el encendido debate sobre la independencia de Cataluña que está teniendo lugar estos días me recuerda a otra fiesta nacional. El Día de la Hispanidad se celebró el 12 de octubre, apenas un par de semanas después de mi llegada. Puesto que se estableció para celebrar la comunión de toda la gente que compartía una misma lengua, el español o, para ser más preciso, castellano, se puede entender facilmente por qué genera controversia en Cataluña. Sobra decir que un gran número de catalanes piensa (y algunos de ellos incluso escriben, como muestra la foto) que no hay nada que celebrar en un día que ellos perciben como el símbolo de la opresión española.

Poco (o nada) sabía yo sobre este día especial cuando planeé mi primera visita a Barcelona, justo el 12 de octubre. Descubrí un poco más sobre ello cuando, habiendo avisado a mis compañeros de mis intenciones, me avisaron de que me mantuviese alejado de la Plaza de Cataluña, donde suelen tener lugar manifestaciones masivas, no siempre completamente pacíficas, el Día de la Hispanidad. Un poco desanimado, decidí hacer mis planes para atravesar la Plaza de Cataluña muy temprano por la mañana, esperando evitar los posibles problemas.

Por suerte, funcionó. No eran ni las 10 de la mañana cuando llegué a la plaza, y solo encontré unas pocas docenas de personas vigiladas por un grupo de policías, que parecían tener la situación bajo control. Al principio, me costó entender el papel que las pocas personas que había en la plaza iban a jugar en la manifestación: algunos llevaban una bandera catalana, algunos una española, otros ambas. Al final, vi una camiseta que me lo aclaró bastante, en la que ponía "Som 47 milions" ("Somos 47 millones" en catalán). Una escena encantadora en la que la gente con una bandera española posaba con otros con una bandera catalana despejó cualquier rastro de duda: iba a ser una demostración de los llamados españolistas, es decir, de aquellos catalanes que están a favor de la unión con España.

Seguí con mi visita turística y no volví a la plaza hasta las 3 de la tarde, cuando todo se había terminado ya. Sin embargo, viendo las noticias en la televisión aquella tarde, me enteré de que había tenido lugar una manifestación masiva llamada "Somos Catalunya, Somos Espanya" (Somos Cataluña, somos España), implicando a un gran número de personas. En cuanto a la asistencia, hubo un fuerte desacuerdo entre los españolistas (quienes hablaban de 100. 000 asistentes) y los independentistas (que abogaban por la cantidad más modesta de 60. 000).

En lo que a mí respecta, debo decir que, aparte de coincidir idealmente con Colón (al fin y al cabo, mi primera exploración de Barcelona ocurrió el mismo día que su desembarco en América), me encantó presenciar el primer fragmento de una manifestación cuya finalidad, una coexistencia pacífica de Cataluña y España, solo pude apreciar. Esta conclusión obviamente me llevaría a debatir sobre el asunto de la demanda de independencia. Sin embargo, la importancia (y la complejidad) del tema requiere su propio espacio en este blog.

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