Como estudiaba ciencia y tecnologia de los alimentos, en mi clase de materia prima vegetal, nos pidieron hacer un producto de origen vegetal y diseñar su proceso de elaboración. En ese momento se me vi o a la mente hacer un smoothie de forma de bebida preparada. Me di cuenta que mis compañeras de grupo no tenían idea de que era eso, ni el resto de la clase, y al parecer ni la profesora.
Entonces, unos días antes de regresarme a mi país encontré un lugar, por casualidad, donde venden smoothies, y ¡es café de indias! Fui solo para charlar con un amigo, y pedir un frapé pero me emocionó ver algo familiar en un país diferente.
El smoothie que pedi era de fresa con banana, aunque un poco diferente a los que estoy acostumbrada. Aunque un poco caro (eso es relativo) valió la pena.
El lugar es famoso por su cafe, aunque este no lo probé porque no tomo café. Mi amigo si es amante del café, le ofrecieron uno importado, el es muy exigente con los cafés, y estaba dispuesto a pagar por una tasina de café que al final, según, valió la pena.