Un día en Ávila
¡Hola a todos, viajeros! En la entrada de hoy voy a hablaros de una ciudad preciosa que quizás no se os había ocurrido visitar, pero que os encantará si lo hacéis: Ávila.
Cada vez que a mi hermana o a mí nos visitan amigos de diferentes partes del mundo, siempre solemos llevarles a Segovia o Toledo si salimos de Madrid, para que conozcan un sitio nuevo. Pero después de tantas visitas a estas dos ciudades, estábamos un poco hartas de ver siempre lo mismo, y fue entonces cuando a mis padres se les ocurrió pasar el día en Ávila.
Cómo llegar
Salimos en coche desde Madrid, bastante pronto por la mañana para poder aprovechar el día, ya que se tarda alrededor de hora y media en llegar. Si no tienes coche disponible no temas, porque podrás ir en tren comprando los billetes en Renfe, y te saldrán como mucho a unos 13 euros por trayecto. Eso sí, como no es necesario que pases noche en Ávila, ya que no tiene tantas cosas que ver, te recomiendo que te vayas en los trenes más tempranos, para poder aprovechar el día.
Qué ver en Ávila
Aunque puede que cuando pienses en Ávila no se te ocurran muchos monumentos que ver en esta ciudad, lo cierto es que tiene mucho que ofrecer. Aquí os dejo una lista con los sitios que yo visité, y mi experiencia en ellos, por si te sirviera de referencia para la próxima visita que te animo a hacer.
- La Muralla de Ávila
Si algo destaca de Ávila, eso es su muralla. Se trata de una construcción de piedra que rodea por completo toda la ciudad, y de verdad os recomiendo recorrérosla entera porque os proporcionará una perspeciva diferente y sin duda preciosa de toda la ciudad, y sobre todo aprenderéis muchísimo si cogéis la audioguía. Además, la parte que puede visitarse es de un kilómetro más o menos, así que no os supondrá mucho esfuerzo. Eso sí, si vais en verano id preparados para el calor, porque a mí se me hizo un poco pesado el paseo del bochorno que hacía ese día...
El precio por visitar la muralla es de 5 euros por persona (3 y medio para estudiantes), pero puede salirte gratis si vas un martes entre las 2 y las 4 de la tarde. En el precio está incluida una audioguía, así que no tenéis excusa para no cogerla, y además así os enteráis un poco de la historia de la muralla y de la ciudad. Lo bueno de ir en plena hora de comer es que no había nadie recorriéndose la muralla, así que fue un gustazo poder verla sin turistas alrededor.
- La Catedral de Salvador de Ávila
Sí, a mí también me sorprende no haber empezado esta entrada hablándoos de la catedral, que normalmente son mis monumentos favoritos de las ciudades (como sabréis si habéis leído algunas de mis entradas). Sin embargo, en teoría casi podría decirse que la muralla y la catedral de Salvador de Ávila son una, porque de hecho la segunda se encuentra literalmente pegada a la primera. Esto hace que más que una catedral, parezca casi una fortaleza. Yo no pasé a verla por dentro, así que desafortunadamente no puedo deciros si merece la pena o no, pero sé que son 6 euros por persona, 4,50 si eres estudiante, aunque si te gusta madrugar podrás ir gratis los martes y miércoles de 8 y media a 9 y media de la mañana.
- Iglesia de San Pedro y plaza del Mercado Grande
Cuando te acerques a visitar la Iglesia de San Pedro, tendrás que pasar sí o sí por la plaza del Mercado Grande (también conocida como la plaza de Santa Teresa), ya que es donde está situada. La Iglesia de San Pedro llama la atención por ser bastante sobria, ya que es románica y por tanto, muy tradicional. El pórtico no es nada del otro mundo, pero me gustó el enorme rosetón que adorna lo alto de la entrada, y como es totalmente gratuita, no pierdes nada por entrar. La plaza en la que se encuentra es enorme, y por lo menos cuando yo fui en verano tenía muchísimo ambiente. Habían puesto un enorme escenario para algún evento o concierto, y todas las terrazas de los restaurantes y las cafeterías estaban llenos de gente, así que fue muy agradable recorrérsela.
- Basílica de San Vicente
A pesar de que puede parecer igual de sobria que la Iglesia de San Pedro, a mí personalmente me pareció mucho más auténtica la Basílica de San Vicente. Está situada fuera del recinto amurallado, así que ten esto en cuenta para no perderte buscándola dentro, ya que al ser románica no es muy alta... (es broma, en realidad no tiene pérdida porque está muy céntrica). Lo que más me llamó la atención fueron las columnas del pórtico, que le dan un toque bastante original.
- Plaza del Mercado Chico
Podría decirse que la Plaza del Mercado Chico es una versión pequeña de la Plaza del Mercado Grande (como véis, no han puesto el nombre a boleo, precisamente...), pero he de admitir que a mí me gustó bastante más porque estaba menos concurrida, y aún así había mucho ambiente. Hay un montón de comercios tradicionales alrededor, desde fruterías monísimas hasta tiendas especializadas en el famoso dulce de las yemas de Ávila, así que te recomiendo que te des una vuelta por los alrededores... nosotros acabamos comprando una caja enorme de cerezas para llevarnos de vuelta a Madrid y estaban realmente buenísimas.
Aparte de todos los monumentos de los que os he hablado, hay muchos otros puntos turísticos que no he incluido en la lista porque, o bien no visité por no saber sobre su existencia, o porque nos quedamos sin tiempo. Entre ellos está el convento de Santa Teresa (que es una figura muy presente en Ávila), el mirador de los 4 postes, o el Monasterio de Santo Tomás. Como habréis podido comprobar, pese a lo que pudieseis pensar en un primer momento, Ávila tiene muchísimas cosas por ver, y os aseguro que no os aburrireís lo más mínimo en esta ciudad. Creo que deberíais darle una oportunidad y disfrutar de su historia y sus calles, porque tiene verdadero encanto.
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