Ávila y el arte oriental (IV): Filipinas

¡Hola de nuevo! Hoy quiero contaros mi última experiencia conociendo la gran colección de arte oriental de la ciudad de Ávila. En esta última etapa de mi fabuloso descubrimiento visité la colección de arte relativa a Filipinas.

Quizás el punto llamativo de esta exposición es que tiene una especial relación con el cristianismo. Probablemente se debe a que los dominicos trabajaron mucho en la evangelización de este país y también creando escuelas.

No sólo fueron los dominicos, sino también otras órdenes religiosas las que llegaron a Filipinas, más de 8.000 religiosos. La orden de los dominicos llegó concretamente en el siglo XVI.

A partir de entonces, la educación quedaría a manos de los religiosos y se iría extendiendo a todas las clases sociales. Los misioneros no sólo tendrían importancia en la educación sino en todos los ámbitos (los hospitales, el trabajo, la justicia, etc.). Desde allí, los dominicos irían propagando su actividad a otros países asiáticos.

En cuanto a estas representaciones de la religión cristiana de las que os hablaba, pude ver en el museo que hay dos estilos que se diferencian bastante. Más bien, hay una diferencia de materiales, porque hay piezas en madera y otras en marfil, y como ya sabéis, la diferencia en coste también es importante por lo que eran destinadas a un público o usuarios diferentes. Es decir, las imágenes de madera son más populares y tenían un uso más cotidiano, mientras que los objetos de marfil se destinaban a edificios oficiales y religiosos y con frecuencia tenían temas españoles aunque fuesen fabricados en Filipinas. Muchos de los marfiles de este estilo que se conocen son imágenes de Cristo, por la importancia que tiene su presencia en la celebración de la eucaristía. La mayoría de cristos son de tipo expirante o moribundo.

El monasterio posee entre otros el Cristo de Isabel II. Se cree que este cristo fue enviado desde Filipinas por los dominicos como regalo a la Reina Isabel II, que les había devuelto el Real Monasterio de Santo Tomás de Ávila, donde ahora se expone esta colección. La reina les habría cedido el regalo para que permaneciese en el monasterio.

Otras de las piezas que encontré en el museo son de nácar o madre perla, y representan el Vía Crucis.

En el museo se encuentran los primeros libros que fueron impresos en la imprenta de los dominicos en Filipinas, por lo que me parece que tienen un gran valor histórico. Estos libros datan de 1593 y son “Doctrina Christiana”, y “Apología de la verdadera religión”, escritos en más de un idioma. Sus obras eran muy valoradas y, en concreto, el primer grabado que se conoce en Filipinas es el del escudo de la orden de los dominicos.

Uno de los puntos en el que nos tenemos que fijar en este museo es el apartado dedicado al escudo de la Universidad de Santo Tomás de Manila, que es la universidad más antigua de Asia y su nombre es igual al del monasterio donde recordemos que se encuentra toda esta colección.

Espero que os haya gustado mi experiencia en el Museo de Arte Oriental del Monasterio de Santo Tomás en Ávila, y sobre todo, espero que podáis visitarlo y disfrutar muchísimo de esas obras y objetos tan valiosos.

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