Las playas de Atenas

Precisamente ayer decidí volver a darme un paseo por las playas de la ciudad, y me recordé a mí misma lo lejos que parece uno estar de casa.

Atenas tiene todo un paseo marítimo por la costa desde el puerto de Peiraias hasta donde comienza Glyfada, un muy buen barrio que está asentado en la falda de la montaña y tan sólo a 20 minutos del mar. A lo largo de la costa hay diversos recodos de arena, en los que suele reinar algún establecimiento de bebida y comida con terraza, pequeño o grande. También encontrarás algunos puertos de yates y barcos privados. El tranvía hace todo este recorrido desde la estación de S. E. F (correspondiente con la línea verde de metro: Neo Faliro) hasta Voulas. Es un trayecto que os recomiendo que hagáis algún día libre porque es precioso, sin duda.

¿Cómo son las playas?

Hay algunas de arena, que abundan más, y otras de piedras.

Arena: no te voy a mentir, están algo descuidadas y sucias (en comparación con los resorts de turismo veraniego), pero siempre puedes acomodarte en ellas de forma natural. Incluso, si quieres, podrás sentarte en la terraza del establecimiento que haya en frente, ya que las playas no son muy anchas en general, y estarás cerca del agua y de tus cosas si las dejas por ahí. Suelen estar cercadas por zonas rocosas para separar unas de otras, así que si vas a bañarte, tan sólo debes tener cuidado con las zonas cercanas a las piedras.

Piedras: no son tan abundantes, y están en la zona de Glyfada. Recuerdo una completamente cubierta de guijarros y muy larga. No es ideal para colocarse y pasar el día, pero sí para bajar desde la montaña y sentarse un rato en las rocas más grandes, si es que eres amante de este tipo de paisaje. Están más rodeadas de árboles y caminos, y desde luego se encuentran más desiertas que las de arena, así que no hay tanta basura ni tanta gente. Lo ideal es ir a ver la puesta de sol a alguna de estas playas.

He de decir que en muchas entran algunos perros con dueño, sobre todo en las menos frecuentadas y de piedras, y siempre hay gatos alrededor jugueteando con moscas y entre ellos. Cangrejos no he visto muchos.

¿Dónde bajar? Línea de tranvía Σ. Ε. Φ. - ΑΣ. ΒΟΥΛΑΣ

Si vas a dar sólo un paseo, puedes escoger prácticamente cualquier parada en la que empieces a ver mar y aventurarte a encontrar tu rincón en la arena, un establecimiento que te guste, o seguir caminando.

Estación Παρκο Φλοισβου (parque Flisvu): desde aquí no puede verse el mar directamente porque queda un pequeño parque de paseo delante. Lo interesante y bonito de este lugar es el lujoso puerto de yates y la abundancia de bares y restaurantes de dentro. No hay playa como tal, por lo que el plan ideal aquí es venir a pasear y ver el atardecer desde el borde del mar, ya que hay algunos puntos altos para ver mejor el paisaje, y luego ver el puerto de noche iluminado y tomar algo (advertencia: los bares son algo caros).

Estación Μπατες (Bates): esta playa, que queda en frente de la bifurcación que hace el tranvía hacia Syntagma, es de las más visitadas, tanto por su fácil acceso como porque es de arena e incluye varias zonas de entretenimiento. Particularmente, tiene un parque de gimnasia para adultos, y una plaza con un escenario donde en verano organizan bailes y carreras por la costa. Así mismo, tiene su “chiringuito” particular y carpas de sombra para los bañistas, por lo que te libras de agazaparte bajo la sombra de las palmeras para huir del sol.

Estación Ελλινικό (Elinikó): esta estación es, en parte, para los amantes del deporte, ya que se encuentra uno de los complejos deportivos al aire libre más grandes. Muchos grupos y equipos quedan aquí para entrenar deportes como fútbol, balonmano, frisby... E introduciéndote mas adentro llegarás a la costa. No es un plan de bano simple, pero ya que te mueves un poco, siempre tienes el mar en frente. Por otra parte, es la estación donde se encuentra el antiguo aeropuerto de Atenas, que ahora se utiliza como gran almacén de las donaciones realizadas en ayuda a los miles de refugiados que llegan a la ciudad.

Estación Παλαιο Δημαρχείο (Paleo Dimarjío): aquí hay otro pequeño puerto de yates, menos elegante que el que he descrito previamente, pero es de las calas más tranquilas. Quizá por su lejanía, o quizá por su estado, ya que no es la más bonita, pero como retiro temporal en un día solitario y tranquilo es fantástica.

Estación ΑΣ. Βουλας (As. Vulas): es la última estación de la línea. Aquí se encuentra la última playa a la que se puede acceder en tranvía, y para llegar más lejos tendrás que coger un autobús. Encontrarás una zona verde donde pasear y de nuevo una de las calas menos frecuentadas en general, pero con algunos establecimientos donde poder sentarte.

Autobús línea 122: hace una ruta por el resto de la costa, y lo podrás tomar cerca de Voulas, la última estación del tranvía. Llega a un montón de calas más cuidadas, de arena, y a zonas pertenecientes a ciertos resorts privados. Es más fácil acceder en coche, y suelen frecuentarlo familias y parejas, o corredores que viven por la zona de Glyfada y los barrios circundantes. ¡Perfecto para un día típico de playa alejado verdaderamente de la ciudad!

Curiosidades en invierno

El plan de bajar al mar puede adaptarse a cualquier época del año, teniendo en cuenta siempre que en invierno hace más aire y en verano aplasta un poquillo el sol. Pero si te gustan las vistas o los paseos, no lo dudes y aprovecha.

Algo que apreciarás en la temporada fría es que, durante las mañanas, las playas se llenan de gente adulta, y en la tercera edad sobre todo, que baja a tomar baños fríos. Si provienes de alguna ciudad o pueblo con mar estoy segura de que conocerás esta costumbre, pero a mi me impresionó bastante. El uso de estos baños es mejorar la circulación del cuerpo sometiéndolo durante un largo rato a estar bajo el agua fría, sin nadar y sin moverse prácticamente. En Atenas es muy común e incluso adultos relativamente jóvenes gustan de practicarlo de vez en cuando, y luego relajarse sobre la arena bajo el sol.

Así que ya sabes, como plan alternativo, puedes probar a tomar un baño frío hasta que llegue el calor de verdad.

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