Atenas en detalle: rutas e historia
Este año, estuve de prácticas en Atenas durante tres meses desde septiembre a diciembre en la National and Kapodistrian University of Athens, concretamente, en la facultad de filosofía, como traductora en el departamento de francés. De esta forma, pude conocer Atenas casi a fondo, y digo casi porque es una ciudad tan extensa, variopinta y diferente que es casi imposible llegar a conocerla del todo. Además, Atenas no es simplemente su zona turística, consta de varios departamentos distintos que conforman la ciudad y en cada uno se puede distinguir diferentes costumbres, gente y ambiente.
Zografou
Concretamente, estuve viviendo en la zona de Zografou, donde se situaba la facultad en la que estaba de prácticas, uno de los distritos más alejados del centro. No obstante, si hay algo que agradecí de Zografou es la tranquilidad (dentro de lo que se puede llamar “tranquilidad” en Atenas) y la seguridad que ofrece, ya que es una zona familiar y estudiantil. Además, tuve mucha suerte a la hora de elegir alojamiento, pues estuve viviendo con dos hermanos griegos que me alquilaron una habitación y de esta forma pude tener una experiencia más cercana y local. Por otra parte, para llegar al centro puedes optar por andar cuarenta minutos, ir en autobús en unos quince o treinta minutos dependiendo del tráfico o dirigirte a la estación de metro de Megaro Mussikis, a unos quince minutos andando y de ahí desplazarte a cualquier zona del centro.
Asimismo, creo que Zografou goza de una zona bastante buena ya que está justo en el límite de Atenas con las montañas del este, por lo que tiene bastantes zonas verdes en comparación con otros lugares de la capital. Por ejemplo, hay un bonito paseo verde por detrás de las facultades de filosofía y matemáticas, por la calle de Anistaseos y pasando por el cementerio de Kaisariani. Cerca de aquí, también hay un pequeño monasterio, el Kaisariani Monastery of Saint John, de estilo ortodoxo y con una estructura que me recordó a las pequeñas capillas isleñas. Un poco más adelante, hay una zona conocida en Zografou desde la cual se puede ver la puesta de sol, el Altar of Freedom.
En las montañas limítrofes que rodean una parte de Zografou se encuentra el bosque de Vyronas, conocido por sus senderos de montaña. Lo más conocido de esta zona es el monasterio de Kaisariani, una pequeña capilla ortodoxa de piedra construida al rededor del año 1100. También, un poco más adelante en este sendero hay un pequeño bar-restaurante de apariencia similar a una taberna (Αναψυκτήριο Καλοπούλα) en medio del bosque donde sirven cafés, aperitivos y platos de comida local más baratos que los que puedes encontrar en el centro.
Como ya he dicho anteriormente, Zografou es una zona estudiantil, por lo que no extraño toparse con un ambiente juvenil por la noche durante los días de semana. Mis bares favoritos para tomar algo más tirando a la noche son Lot 51, Manou Katraki, Urban o The Pure.
Además, también hay restaurantes más baratos que en el centro por los que merece la pena pasarse si queréis probar comida local. El más “da casa” por excelencia es el Ιλίσια Παιδεία, pues ni siquiera tienen una carta fija, sino que la van cambiando según la temporada y está escrita directamente en una libreta solo en griego. Justo en frente de este, hay otro restaurante más simple, con comida menos variada pero de mejor precio, el Linátsa, donde ofrecen Souvlakis, ensaladas griegas, y Gyros.
Hablando de Gyros, personalmente creo que el mejor de toda Atenas se encuentra aquí, en Zografou, en un sitio que se llama Rabaḯsi. Aquí, no solo tienen la mejor salsa para el Souvlaki o Gyros, sino que también ofrecen una ensalada griega riquísima con el mejor queso feta que he probado hasta ahora.
Ya que estoy hablando de comida, aprovecho para decir que en general, comer en Atenas es caro, a no ser que encontréis alguna taberna o puesto de Souvlaki/ Gyros. Estos puestos están por toda la ciudad y ofrecen estos souvlakis/ gyros por menos de 2,5, generalmente. En cuanto a las tabernas, aunque de primeras no tienen el mejor aspecto del mundo, luego suelen sorprender, ya que la calidad-precio de la comida está bien, suelen ser platos caseros o tradicionales y el trato es bastante cercano por parte del personal.
Yo normalmente cuando estaba en el centro y quería comer en un sitio barato, solía acercarme al barrio de Exarchia, pues está cerca del centro (máximo 20 minutos andando), hay más opciones para comery se encuentran más recogidas en una calle o dos. En concreto, un restaurante que frecuentábamos mucho por lo barato que era es Achilléas, en la calle Valtetsiou.
Ahí probé por primera vez los típicos platos griegos de Moussaka, Pastitsio, Faba y Tzatziqui; la Moussaka es similar a la lasaña, pero esta lleva láminas de calabacín en lugar de pasta y está normalmente rellena de cordero; el Pastitsio es un plato de dos capas en las cuales la primera lleva macarrones con queso y bechamel y la segunda macarrones con carne picada; el tzatziqui es la salsa griea por excelencia, hecha a base de yogurt griego, pepino y aceite de oliva; y por último, la fava es una pasta similar al hummus pero hecha a partir de la faba, una legumbre que solo se cultiva en Grecia.
Otros lugares conocidos en Exarchia para comer son Όξο Νου , un local de comida cretense o Cookoomela Grill, donde solo se venden souvlakis o gyros veganos hechos a base de champiñón.
Por otro lado, Grecia no es solo conocida por su comida, sino también por sus cafés. Cuando pensamos en Grecia, raramente pensamos en la tradición y la importancia que tiene el café en este país y, sin embargo, está muy presente en la cultura. Además, no solo es típico, sino que lo preparan muy bien y no es raro encontrar café de calidad, aunque sea una cafetería cualquiera. El café más conocido y el que veréis por todos lados es el Freddo Capuccino, el café de los locales por excelencia, hecho con café expresso y una especie de espuma de leche y hielo que ocupa la mitad de la taza; perfecto para las que nos encanta la espuma del café. Tal es la pasión por el café que en las aplicaciones para pedir comida a domicilio también se puede pedir solo café sin un coste mínimo; puedes pedir que te traigan a casa tan solo un café, está bien visto y es bastante común.
Exarchia
Ya que acabo de mencionar a Exarchia, me gustaría hablar más detenidamente de este barrio porque me parece el más curioso de Atenas. Además, es un barrio históricamente importante porque en él ocurrió la Revuelta de la Politécnica de Atenas; Grecia estuvo bajo un régimen dictatorial desde el año 1967 hasta el 1974, un año después que se produjera esta revuelta. Fue el 14 de noviembre de 1973 cuando tuvo lugar la manifestación masiva en contra del régimen del dictador, que acabó el día 17 del mismo mes con la masacre en la universidad Politécnica de Atenas, cuando un general ordenó la entrada de tanques a la facultad, propiciando el fallecimiento de varios estudiantes. Hoy en día, cada 17 de noviembre, tiene lugar en Atenas una manifestación antifascista en honor a esos estudiantes que perdieron la vida a causa de esta revuelta. Esta manifestación suele empezar en Exarchia y en ella se suelen vivir momentos de tensión entre los manifestantes y los cuerpos policiales de la zona, llegando a tirarse bengalas y gases lacrimógenos. De hecho, ese día la gente nos recomendaba que no saliéramos de casa y que ni se nos ocurriera acercanos a Exarchia para evitar altercados.
Otra manifestación importante que tiene lugar en este barrio es la Revuelta del 6 de diciembre, que conmemora la muerte de un adolescente por un disparo de un policíaen una de las manifestaciones anteriores. Hoy en día, en Exarchia viven mayormente anarquistas y antifascistas, cuyas ideologías y pensamientos se palpan en el ambiente. Además, este barrio está más vivo de noche que de día, por lo que para conocerlo mejor merece más la pena ir a tomar algo al anochecer, cuando realmente se aprecian sus verdaderos colores.
Centro
Quizás el punto más alejado del centro de Atenas sea el monte Lycabettus, el montículo más alto de Atenas.Una de las atracciones turísticas más recomendables es subir hasta su cima, donde se encuentra la pequeña capilla blanca de San Jorge y desde la cual se puede observar toda la ciudad por todas las direcciones. Llegar hasta la cima no es complicado y no lleva mucho tiempo (máximo veinte minutos), tan solo hay que subir las cinco tandas de escaleras hasta llegar a la calle Distria Doras y, en el final de la misma, empezar el ascenso por el mismo monte. Podéis hacer el primer descanso en el parque Πρασινη Τεντα, Λυκαβητος, un mirador donde se ve la parte sur de la ciudad, incluido el Acrópolis.
A partir de este punto, la subida se hace en zig zag por un camino de asfalto que os llevará hasta la capilla. Desde la cima, es increíble ver lo grande que es Atenas y cómo se extiende hasta las montañas limítrofes de la ciudad, ya que esta capital crece a lo ancho, no hacia arriba como la mayoría, pues está prohibido construir edificios más altos que el acrópolis y no queda más remedio que seguir construyendo casas hacia las afueras.
La segunda colina más alta de Atenas es la colina de Filopapos, donde estaba construida la antigua fortaleza de la ciudad. En ella se encuentra uno de los monumentos más conocidos en Atenas: el monumento a Filopapos, que se construyó en honor a Julio Antíoco Filopapos y también se encuentra, excavada entre la roca de la misma colina, la prisión del famoso filósofo Sócrates.
Acrópolis
El tercer montículo más alto de Atenas es el Acrópolis ya que, como dice su nombre griego, significa ciudad alta y era por lo tanto el punto más seguro de la ciudad antiguamente. No obstante, la Acrópolis no estaba considerada simplemente como el lugar defensivo de la ciudad, sino también como un sitio de culto y a él acudían los antiguos ciudadanos a rendirle culto a luna de las diosas principales de la época: Atenea.
Nada más entrar en el Acrópolis, podemos observar el primer monumento que este alberga: el Teatro de Dionisio, el mayor teatro de la antigua Grecia construido en honor al dios Dionisio, el dios del vino y del teatro. Este teatro es conocido porque se dice que si un orador habla desde la parte inferior, se puede escuchar su discurso desde la parte más alta del mismo.
En la entrada principal del Acrópolis se encuentran los Propileos, que son estructuras arquitectónicas utilizadas en la Grecia antigua para enmarcar las entradas de recintos importantes, como palacios, santuarios o incluso ciudades. En su parte derecha frontal está el Templo de Atenea Niké, dedicado a la diosa Atenea, diosa de la guerra, en cuyo centro se asentaba una enorme estatua dorada de esta diosa. Como dato curioso, se dice que la marca Nike escogió ese nombre para representar a la marca debido al significado de la misma; Niké, adjetivo que se utilizaba para nombrar a la diosa Atenea, significa vencedora.
El primer monumento que se ve nada más entrar al interior del Acrópolis es el Partenón, un templo que también está dedicado a la diosa Atenea. Otro dato curioso que nos comentó el guía turístico es que se dice que la restauración de este templo está llevando tanto tiempo porque el museo británico de Londres se apropió de algunas piezas y columnas que se encontraban en su interior sin estar de mutuo acuerdo, por lo que el gobierno pretende “darles pena” con estas continuas reparaciones para que los londinenses tengan compasión.
Al final del Partenón se encuentra la punta sur del Acrópolis, donde está la gran bandera de Grecia y desde la cual se puede ver la parte sureste de la ciudad. Sobre todo me gusta esta vista porque se puede ver cómo esta parte de la ciudad se extiende hacia las laderas de la ciudad y también porque se puede divisar la zona del templo del Zeus Olímpico y el Arco de Adriano.
El último templo que alberga el Acrópolis es el Erecteion, construido en honor a Ateneas, Poseidón y el antiguo rey de Atenas, Erecteo. Este es mi templo favorito y el que considero más original ya que consta de tres pórticos y uno de ellos es el que tiene la famosa tribuna de las Cariátides, que son columnas en forma de mujer.
Además, en él también hay un olivo, que representa el olivo que hizo brotar la diosa Atenea tras su disputa con Poseidón.
Saliendo del Acrópolis, justo en el extremo derecho de los Propileos, hay una vista de Atenas que me gusta mucho, ya que se puede ver dos de las características que más definen a esta ciudad: contraste e inmensidad, pues desde aquí se ve el templo del Hefestión rodeado de verde y naturaleza y justo en frente una masa blanca de edificios “nuevos” donde no hay cabida para un espacio natural.
Fuera del Acrópolis pero en el mismo recinto está la colina de Arios Pagos, que traducido literalmente significa la colina de Ares, donde antiguamente se llevaban a cabo los juicios de homicidio y cuestiones religiosas. El nombre se debe a la leyenda mitológica, que dice que en esta colina Ares fue llevado a juicio por el asesinato del hijo de Poseidón.
Desde esta roca se puede mirar la parte frontal del Acrópolis desde abajo, aunque creo que son mejores las vistas al Observatorio Nacional de Atenas y al Santuario de Zeus.
Aunque el Acrópolis es impresionante desde dentro, creo que también es imponente visto desde el exterior, por lo tanto os recomiendo algunos miradores que más me gustaron para verlo. El primero sería el monte Lycabettus que mencioné antes, la colina de Filopapos, la roca Arios Pagos, el bar Couleur Locale (cerca de Monastiraki) y el mirador del Observatorio Nacional de Atenas, mi favorito. Además, en la explanada del antiguo observatorio se encuentra la Pnyx, una colina rocosa donde en la Grecia Antigua se reunía la Ekklesia o asamblea del pueblo ateniense, constituyendo el primer parlamento democrático de la historia.
Ruta 1: desde el monte Lycabettus hasta Plaka
Recorrer el centro turístico de Atenas a pie pasando por los sitio más representativos puede ser un tanto caótico por la cantidad de puntos para ver y el tiempo que lleva ir de uno a otro andando, por lo tanto, he separado la ruta entera en dos agrupando los sitios que ver por cercanía y facilidad de desplazamiento.
Si salimos del monte Lycabettus que mencioné al principio del post y pasamos por el barrio adinerado de Kolonaki, llegaremos al Jardín Nacional de Atenas, donde se encuentran las casas y aposentos de los personajes políticos más importantes de Grecia. Si lo cruzamos por la calle Irodou Attikou, pasaremos por el Palcio Presidencial, donde vive el presidente y en frente del mismo podéis observar cómo se realiza el cambio de guardia (personalmente me gustó más el cambio de guardia que se efectúa en esta calle más que el del Parlamento en Syntagma). El cambio de guardia es algo que se tiene que ver en Atenas; no es solo característico por los pintorescos ropajes de los guardias, que llevan la indumentaria tradicional para los combates, sino también por los movimientos del paso del cambio. Antes de llegar al Palacio Presidencial, hay una pequeña cafetería dentro del parque,Το Καφενεδάκι του Κήπου, por la que merece la pena pararse para tomar algo.
Al final de esta calle está el estadio Panathaikó, el estadio olímpico donde se albergaron los primeros Juegos Olímpicos modernos y dentro del cual se pueden ver las réplicas de las antorchas que se encendieron en los Juegos Olímpicos modernos que se han celebrado hasta el momento.
Si entramos al Jardín nacional en frente del estadio, llegaremos hasta el edificio Zappeion, construido durante los Primeros Juegos Olímpicos Modernos para celebrar competiciones de esgrima y donde hoy se llevan a cabo reuniones y eventos importantes, como por ejemplo la adhesión de Grecia a la Unión Europea.
El siguiente monumento después del Zappeion es el Templo de Zeus Olímpico, conocido porque antiguamente contaba con 104 columnas corintias de las que en la actualidad solo quedan trece en pie. Una de las columnas derribadas por una tormenta sigue en el mismo estado en el que cayó para mostrar a los visitantes la estructura de la columna y ver cómo se construyeron en la antigüedad.
Justo en frente de este monumento se encuentra el Arco de Adriano, que enmarca la entrada de la antigua Atenas. Tiene una arquitectura peculiar, pues su parte superior es de estilo helénico, mientras que su parte inferior es de estilo romano, lo que representa que, durante un periodo en la antigüedad ambas civilizaciones, la griega y la romana, pudieron convivir pacíficamente.
Siguiendo la calle que está en frente del arco, Lisikratus, llegaremos hasta el centro de la zona de Plaka, donde se encuentra la linterna de Lisícrates, un pequeño monumento levantado por el jefe del coro del siglo cuatro Antes de Cristo para conmemorar un premio que había ganado en el teatro de Dionisio acompañado de un coro formado por hombres.
Plaka es la zona más peatonal y tranquila dentro de la Atenas turística. Está formada por calles pequeñas con edificios de fachadas de estilo francés a los lados por las que merece la pena perderse viendo los bares, restaurantes y su ambiente. Además, también hay algunas capillas ortodoxas de estilo más antiguo que se pueden visitar, como la Saint Catherine, cerca de la linterna de Lisícrates, la iglesia de San Nicolás Rangavas (de estilo bizantino), la de Agioi Anargyroi, la deΝαός Μεταμόρφωσηςy la de San Georgios Stratonos.
Esta última marca el principio de un pequeño barrio dentro de Plaka, Anafiotica, conocido por sus estrechas calles que recorren las casas de esta zona de aspecto isleño, ya que están pintadas de blanco y las calles están empedradas.
Las calles principales de Anafiotika son la Stratonos o la de Anafiotika y a partir de las mismas merece la pena meterse por las callejuelas más pequeñas para explorar la zona.
Otra iglesia que se encuentra en Anafiotika de arquitectura no tan antigua como las que acabo de mencionar es la de Agios Simeon, la cual veréis sobre todo si subís al Acrópolis desde Plaka. Si subís por la calle que va por detrás de la misma, hay un pequeño mirador desde el cual se puede ver el monte Lycabettus.
Las calles más transcurridas de Plaka son la de Tripodon y Lisiou, donde está la famosa escalinata de Plaka, donde se reúnen tanto lugareños como turistas en las famosas cafeterías de la zona.
Otra actividad de ocio que podéis hacer estando en Plaka si vais en verano es ir al cine París, que está al aire libre y desde el cual podréis tener vistas al Acrópolis mientras miráis una película.
Por otra parte, si queréis aprovechar para ir al Acrópolis desde Plaka podéis coger la calle Theorias, que pasa por la Iglesia de la Mteamorfosis, y seguir por la calle Panatenaicos hasta llegar a la entrada del mismo.
Si queréis tomar un café en Plaka y evitar las masas de gente, os recomiendo un bar a las afueras de Plaka que está bastante escondido y pasa desapercibido completamente: el Yiasemi.
Por el contrario, si queréis bajar hacia la otra zona del centro turístico, podéis seguir la calle Lisiou hasta llegar hasta el Ágora Romana, que reconoceréis porque desde arriba veréis una explanada con ruinas, que era donde antiguamente se encontraba el mercado de la ciudad. El elemento del ágora Romana que la distingue es la mezquita Fetiyé y la torre de los vientos, el monumento de mármol que está a la derecha con forma octogonal. Este era un elemento muy importante en el mercado de entonces ya que era un centro meteorológico que, gracias a su veleta, indicaba el tiempo que hacía en alta mar para que los comerciantes del mercado supieran si los barcos iban a llegar a atracar en el muelle ese día y, de esta forma, saber si iban a tener mercancía para vender.
Ruta 2: desde Akademia hasta el Observatorio Nacional de Atenas
Esta otra ruta comprende la otra parte de la zona centro turística y empieza en Akademia, una de las zonas más aglomeradas de la ciudad. Aquí se encuentran tres edificios importantes: la biblioteca nacional, el edificio central de las universidades de Atenas y la Academia Nacional de Grecia, para muchos el edificio más bonito de Atenas.
Si seguimos andando por la calle principal, Panepistimiou, llegaremos a la plaza central de la ciudad, Syntagma, que se sitúa en frente del Parlamento griego. Esta plaza es un centro de reunión y, personalmente, no me gusta mucho ya que llega a llenarse demasiado de gente y no es una plaza estéticamente bonita.
En frente de la misma está la calle Ermou, la calle comercial donde se encuentran los principales comercios y tiendas de la ciudad, que tampoco me gusta demasiado porque la transita demasiada gente y resulta muy agobiante; lo único que me gusta de esta calle es la iglesia Panaghia Kapnikarea, que llama la atención por ser un edificio bizantino del siglo XI y estar en medio de una calle nueva.Además, es curioso ver la diferencia en el nivel del suelo, ya que el suelo donde fue construida está unos centímetros más abajo que el de la calle actual.
Uno de los mejores recuerdos que tengo de esta calle es que fue aquí donde probé mi primer koulouri, que es una especie de pan ni salado ni dulce que puedes encontrar en cualquier panadería y que se acompaña muy bien con café.
Si nos llama la atención este contraste arquitectónico, más sorprendente nos va a aparecer el contraste entre la pequeña capilla de Agia Dynami, sobre la cual (literalmente) se construyó un hotel de lujo, el Electra Metropolis, a escasos metros de la iglesia Panaghia Kapnikarea.
Con todo, si queréis evitar las aglomeraciones de la calle Ermou, os recomiendo que paseéis por las calles contiguas, como por ejemplo la de Mitropoleos, que no están tan transitadas y podréir visitar esta pequeña capilla que acabo de mencionar y la catedral de Atenas: la Catedral de la anunciación de Santa María, donde se casaron los reyes eméritos.
Hablando de contrastes, justo al lado de la misma está la pequeña iglesia de Agios Eleftherios, de estilo bizantino, famosa por la ornamentación que presenta en el mármol de sus paredes.
A mitad de trayecto de la calle Ermou, si callejeáis por las calles de la derecha, llegaréis a la zona de Psyri, que no es conocida por tener ningún monumento o edificio representativo, sino por su zona de ambiente. En ella hay una plaza que me gustó especialmente, la plaza Iroon, ya que siempre había buen ambiente y bares acogedores donde tomar algo y la calle Eschilou.
Cerca de esta plaza, se encuentra el famoso bar Little Kook, conocido por tener una decoración extravagante y exagerada durante las festividades más famosas del año: navidades y Halloween. Tomar algo es bastante caro, pero si tomáis un postre para compartir sale bastante bien de precio y creo que merece la pena entrar para ver la decoración en su interior al menos una vez.
Por la parte izquierda de la calle Ermou, está la plaza de Monastiraki, famosa por ser un mercado al aire librey tiendas de souvenirs. Quizás lo más famoso de esta plaza sea la mezquita otomana de Tzistarakis y las vistas al Acrópolis al fondo. Si os gustan los mercados de pulgas, podéis pasear por las calles de Ifestou o Adrianou, donde durante los fines de semana se abren puestecitos con todo tipo de objetos, sobre todo de segunda mano.
Un poco más arriba de la calle que va por detrás de la mezquita de la plaza está la biblioteca de Adriano, de entrada gratuita. También se llama la biblioteca de las cien columnas (aunque hoy no se mantienen en pie ni la mitad) y fue construida en el siglo dos por el emperador romano Adriano.
Después de Monastiraki, la siguiente zona que se puede visitar cerca es el Ágora de Atenas (no confundir con el Ágora Romana), que era el centro de actividad política, comercial y administrativa de la antigua Atenas. En ella se encuentran algunos de los edificios más conocidos de Atenas, como por ejemplo el Hefestión, un pequeño templo de culto a Hefesto y Atenea, que mantiene hoy en día todas sus columnasy, aunque no sea de gran tamaño, merece la pena visitarlo para ver cómo era la arquitectura de estos templos antiguos con todas sus columnas y observar la famosa perspectiva que querían crear los griegos con este tipo de construcción.
El segundo edificio que mejor conserva y que más me gustó del Ágora de Atenas es la Estoa de Átalo, desde la cual hay muy buenas vistas del Hefestión en su segundo piso.
Saliendo del Ágora de Atenas, está la segunda zona que más me gustó de Atenas en cuanto a ambiente se refiere: la calle Adrianou. Esta calle está formada íntegramente por bares y restaurantes con terraza con vistas al Ágora, en los cuales siempre os vais a encontrar con gente y ambiente.
Si seguís andando por la misma calle en el sentido contrario a Monastiraki, está Kerameikos, que significa literalmente cerámico en griego, el cual da nombre a un barrio de alfareros de la antigua Atenas en el cual estos trabajadores tenían sus depósitos de arcilla en el río que antiguamente atravesaba el lugar.
Una vez en Cerámico, merece la pena subir hasta Thissio, una zona de bares y ambiente con vistas al acrópolis.
Desde aquí, podéis subir hasta el Observatorio Nacional de Atenas, desde donde mencioné al principio de esta entrada que había unas vistas increíbles del Acrópolis. Además, también podéis aprovechar para hacer el paseo que rodea el Acrópolis por abajo, el Apostolou Pavlou, muy agradable ya que es peatonal y no está tan aglomerado como otras zonas de Atenas.
La costa de Atenas
Aunque Atenas sea una ciudad costera, su costa queda más lejos de lo que parece, y es que llegar hasta allí lleva unos cuarenta minutos en transporte público desde el centro. Además la zona costera más cercana es el puerto del Pireo, que no es nada del otro mundo y no deja de ser un puerto de carga y descarga. Las mejores zonas cerca del Pireo están un poco más alejadas; son la Bahía de Zea, un pequeño puerto dentro del mismo puerto con un paseo por los bares y la costa y el pequeño puerto de Mikrolimano, similar a este último y más agradable para pasear.
Un compañero me recomendó un restaurante en esta zona: Ιστιοπλοϊκος, con precios un poco elevados si vais a comer, pero razonables si vais simplemente a tomar algo ya que tiene unas vistas muy bonitas al mar. Del otro lado del puerto del Pireo también hay una zona parecida a estas dos, la marina del Paleo Faliro, que está bien para dar un paseo paralelo al mar.
Para poder recorrer bien la costa de Atenas, es imprescindible llegar hasta el final de la misma: Cabo Sunio, donde se encuentra el famoso templo de Poseidón. Para llegar hasta ahí, podéis ir en bus, pero los horario son bastante limitados en temporada baja y no hace paradas durante el trayecto. Otra opción es ir en tranvía, pero este no llega ni hasta la mitad del trayecto, la ventaja es que, al contrario que en bus, este sí que hace paradas por algunas de las calas de la costa. Por lo tanto, lo mejor es alquilar un coche durante un día para llegar hasta el Templo de Poseidón y parar por las zonas costeras que hay por el camino.
Nosotros hicimos el recorrido por la carretera que va al lado del mar y salimos a media mañana para llegar a Cabo Sunio para el atardecer. Esta ruta lleva casi dos horas solo ida y sin contar las paradas que se puedan hacer por el camino.
La primera parada que hicimos después de salir de Atenas centro fue la zona de Kavouri. Concretamente, el Kavura Point, el cabo que está después de la playa Kavouri, por el cual merece la pena andar y bañarse por alguna de sus calas.
Justo al lado de Kavouri está el lago Vouliagmenis, un lago termal de origen natural cuya temperatura ronda los 23 grados durante todo el año. La entrada es bastante cara, unos doce euros con carnet de estudiante y creo que solo merece la pena si no hace mucho frío y si realmente tienes la intención de nadar, ya que si solo quieres visitarlo se puede ver perfectamente desde fuera y su agua no está tan caliente como parece.
El siguiente punto donde paramos es mi recuncho favorito de toda Atenas: el bar Lefteris. Este está situado en una pequeña cala que a penas se puede ver desde la carretera, está justo en el mar y en verano suele llenarse de locales que van a tomar el sol y a bañarse, ya que al ser una zona recogida es bastante segura para nadar.
Unos metros más adelante de este pequeño bar, está una playa nudista escondida entre dos calas rocosas: la playa Limanakia, cuyo único acceso es a través de un camino que fue haciendo el paso de la gente por las rocas.
Todo este recorrido por la costa es muy bonito y podríamos haber parado en casi cualquier sitio para aparcar, no obstante, no teníamos tanto tiempo y decidimos ir directamente hacia los puntos que ya teníamos establecidos. De esta forma, el siguiente punto en el que paramos está un poco más adelante, en la Παραλια Κολπισκος Λαγονησιου.
Unos kilómetros más adelante, paramos en la cala Λιμανακι Σαρωνιδας, una pequeña playa de rocas cuyo único acceso es a través de unas escaleras de piedra estrechas que llevan hasta esta zona más resguardada del mar donde se puede nadar sin problema.
Otras calas igual de bonitas están en la zona de Kape, concretamente son las playas: 2η Παραλία Γυμνιστών, Kape Beach y la pequeña cala que se encuentra entre estas dos.
Una de las cosas que nos llamó la atención a lo largo de este recorrido fueron los pequeños santuarios que había a lo largo de los arcenes de la carretera, que nos recordaron a los “petos das ánimas” gallegos, pero estos con forma de capillas ortodoxas griegas en miniatura.
Por último, llegamos al templo de Poseidón, sin duda el mejor punto en Atenas para ver la puesta de sol.
Este no es tan impresionante por su arquitectura en sí, ya que su mayoría está derruido, sino por su situación. Desde el mismo, se puede observar una buena parte de la costa, incluida la pequeña isla de Arxí y la otra más grande de Patroklou al fondo. Además, desde la pequeña colina que está al lado del templo, pasando el bar, se puede ver la punta de Cabo Sunio.
En general, Atenas me pareció una ciudad interesante para vivir durante tres meses. Sin duda es una ciudad llena de contrastes y no apta para todos los públicos, ya que tienes que tener mucha paciencia con cómo funcionan las cosas allí. Creo que el refrán “donde fueres haz lo que vieres” no se puede aplicar a una ciudad tanto como a Atenas, ya que solo conseguirás adaptarte y no agobiarte porque las cosas no funcionan como estamos acostumbrados a verlas si sigues el ritmo de la ciudad y su gente. Además, creo que también es importante conocer la situación actual para entender su historia y sentirte más cerca de su contexto cultural. Finalmente, intenta aprender algo de griego para acercarte más a los locales, merece mucho la pena ya que con unas pocas palabras que hables en griego vas a notar cómo la otra persona lo agradece. Eso sí, nunca le metas prisa a un griego, va a ser una situación que no olvidarás en la vida.
Galería de fotos
¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?
Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!
¡Quiero crear mi blog Erasmus! →
Comentarios (0 comentarios)