Atenas en 2 días (día 1)
¡Hola a todos y feliz 2020! En este post para inaugurar el año, os propongo un viaje a la ciudad que fue la cuna de la filosofía y la democracia tal y como la conocemos hoy, Atenas. Y es que Atenas no es solo una ciudad llena de ruinas griegas milenarias como muchos pueden pensar, tiene una gran oferta cultural e histórica que va más allá de la Antigua Grecia, y se ha convertido en una ciudad llena de vida.
Atenas es una ciudad relativamente grande, pero su casco histórico se encuentra todo concentrado, por lo que visitarla en pocos días es más que factible. Visité Atenas dos veces y la primera vez fue en dos días completos. Os propongo el recorrido que yo hice, incluyendo los lugares de visita obligatoria y otros no tan conocidos, pero que yo considero que pueden ser interesantes. ¡Empezamos!
Día 1
El primer día nos centraremos en la zona más histórica, el centro de Atenas que incluye la Acrópolis, para luego en la tarde, salir a las afueras para visitar un templo que se encuentra a los pies del mar en una roca.
Mañana
Plaza de Monastiraki
Nuestro punto de partida será una de las plazas más importantes de Atenas debido a su estratégica localización, al inicio de la antigua ciudad griega. Monastiraki es un lugar que tiene vida diurna pero también nocturna. Siempre estará abarrotada de gente, la mayoría turistas, pero también atenienses que utilizan la parada del metro localizada en un lateral de la plaza, una de las más concurrida. Desde Monastiraki parten algunas de las calles que durante el día se convierten en mercados de frutas y souvenirs durante el día, conocido como el mercado de las pulgas. La verdad que no sé a que se debe este peculiar nombre.
Pero Monastiraki no es solamente famosa por su mercado, si no por las vistas y por una mezquita que ocupa un lateral de la plaza. Y es que frente a Monastiraki, se encuentra la gran roca que está coronada con el Acrópolis y tiene vistas espectaculares del Partenón, de las más fotografiadas.
En Monastiraki también podemos encontrar la mezquita de Tzisdaraki, una mezquita que, aunque parece mucho más antigua, en realidad fue construida en el siglo XVIII durante la ocupación Otomana de Grecia. Las visitas están permitidas y hay que pagar un ticket en la entrada. Ignoro su precio y si merece la pena visitarla por dentro.
Si continuamos todo recto por la calle “Areos”, encontraremos nuestro próximo punto de visita, que se encuentra solo a unos metros de Monastiraki, la biblioteca de Adriano y el Ágora.
Biblioteca de Adriano
De la biblioteca de Adriano solo sabemos que era un enorme edificio conocido como el edificio de las 100 columnas. Tristemente, hoy solo queda parte de la fachada principal y algunas ruinas excavadas. No obstante, a lo largo de la visita del reciento hay carteles explicativos y montajes de cómo debió ser. La entrada era gratuita cuando yo fui, pero ahora me han comentado que hay que pagar una pequeña cantidad, no estoy muy segura de ello.
Ágora romana
Si continuamos todo recto por la calle “Areos” a unos pocos metros de la biblioteca, encontraremos el Ágora Romana. Si los restos de la biblioteca de Adriano son escasos, los del ágora lo son aún más. Sus restos dan a entender que era un plaza rectangular y rodeada de columnas que funcionaba como centro neurálgico de la antigua ciudad. Actualmente solo sobreviven algunas columnas completas pero la mayoría solo parte de ellas. No obstante, su visita merece la pena, y al igual que la biblioteca cuenta con carteles informativos que recrean como estuvo construida hace miles de años.
Acrópolis
A unos escasos 10 minutos y serpenteando por diferentes calles, encontraremos el emblema de la ciudad de Atenas, el Acrópolis. Construido hace más de 2000 años como lugar de culto a los dioses, pero también como lugar defensivo, ocupa un área de una colina rodeada de olivos y cuenta con diferentes edificios, el más conocido es el Partenón.
Mi recomendación es que si vais en temporada de verano vayáis bien equipados para sufrir las altas temperaturas, pues el Acrópolis tiene poca sombra para protegerse de los rayos del sol.
La entrada a el Acrópolis ronda unos 20€. Existen unos bonos que pagas 30€ y puedes entrar a varios monumentos. Mi recomendación es coger uno de estos bonos pues incluye los monumentos más importantes y sale bastante más económico que comprar las entradas a los lugares por separado. No obstante, si eres estudiante y puedes demostrarlo con algún carné que tenga fecha de caducidad, te saldrá gratis. Una vez dentro del recinto de la Acrópolis encontraremos los siguientes edificios:
Propileos
El Propileos es la monumental puerta de entrada a la Acrópolis. Actualmente, lo que mejor se conserva es la vista desde el interior, pues conserva casi todas las columnas y el frontón triangular. Consejo personal: tened mucho cuidado con los escalones de entrada pues son de mármol y están más que pulidos por todos los visitantes, por lo que resbalan muchísimo.
Partenón
Justo frente al Propileos nos encontramos el edificio más importante de la Acrópolis. El monumental Partenón, una vez que lo tienes en frente, te das cuenta de que todas las imágenes que has visto de él no le hacen justicia. Levantado en el siglo VI a.C. dedicado a la diosa Atenea, en su interior albergaba una gran estatua en oro de la diosa. Sus proporciones son casi perfectas y su fachada principal se mantuvo intacta hasta el año 1680 en el que sufrió una explosión provocada por los turcos.
En la actualidad está rodeada de andamios y grúas, pues lleva años en construcción y mantenimiento. Pero esto no impide que se pueda admirar su belleza.
Frente al Partenón hay un mirador que lo podréis distinguir fácilmente porque siempre está lleno de gente y porque tiene una enorme bandera griega. Este es uno de los puntos estratégicos para conseguir una buena foto del Partenón, pero también para admirar la ciudad ateniense desde lo alto de la colina.
Erecteion
Justo a un lateral del Partenón se encuentra el Erecteion, un templo que se encuentra en un buen estado de conservación, aunque ha sufrido numerosas restauraciones. Está dedicado a la adoración de los dioses en general. Este templo destaca porque uno de sus pórticos está hecho con columnas en forma de mujeres diferentes. Esta son las llamadas Cariátides y las que podemos encontrar en el templo son réplicas. Lamentablemente, las originales se encuentran en el museo de la Acrópolis, del que hablaré posteriormente.
Templo de Atenea Nike
Al lado de Propileos se encuentra un templo mucho más pequeño y modesto pero que no deja indiferente. Es el templo de Atenea Nike.
Areopagus Hill
Fuera del recinto principal de la Acrópolis, podemos encontrar uno de los mejores miradores para contemplar el Partenon, se trata de una enorme roca de mármol ubicada cerca del lugar dónde se consiguen las entradas. Siempre hay mucha gente, pero merece la pena subir, además hay pasarelas y escaleras para hacerlo cómodamente. Aunque otros prefieren hacerlo trepando por la roca. Eso sí, ¡cuidado al llegar a la cima! Es muy resbaladiza porque está muy pulida.
Odeón de Herodes Ático
Se trata de un anfiteatro que también se encuentra fuera del recinto principal de la Acrópolis. En una de las laderas de la colina sagrada. Sus dimensiones son imponentes y está perfectamente restaurado ya que actualmente se siguen celebrando espectáculos allí. Especialmente abundan los musicales ya que su acústica es excelente.
Museo de la Acrópolis
A los pies de la colina dónde se ubica la Acrópolis encontramos el museo dedicado a ésta. Su entrada ronda los 5€, pero está incluido en el bono del que hablé anteriormente.
Cómo bien indica su nombre, está dedicado a la Acrópolis desde su construcción hasta nuestros días. Creo recordar que está compuesto de 4 plantas y en el subsuelo podemos observar excavaciones con restos de la ciudad antigua. También encontramos algunas piezas de los templos que se encuentran en la Acrópolis, las más famosas son las Cariátides del Erecteion de las que hablé anteriormente. Aunque en el museo solo hay 5 ya que la número 6 se encuentra en un museo británico.
También es interesante la última planta dedicada al Partenón. En ella hay estatuas que formaban parte de los frisos y otros adornos. En esta planta, además, hay un balcón con vistas directas al Partenón.
Tarde
Barrios de Plaka y Anafiotika
En el lateral opuesto a dónde se encuentra el museo de la Acrópolis, encontramos el barrio de Anfiotika primero, seguido de Plaka pegado a este, dónde podemos encontrar una gran oferta gastronómica entre los múltiples restaurantes que pueblan sus calles. Un lugar perfecto para la comida del medio dia.
Plaka está plagado de vida y es que es el barrio más turístico de Atenas, lleno de tiendas de suvenires, aunque esto no hace que pierda su encanto. Lo mejor es perderse por sus calles y descubrir sus rinconcitos.
Aunque tengo que decir que mi debilidad es Anafiotika, se encuentra justo en las laderas de la Acrópolis y en realidad no sabría decir si es una pequeña zona de Plaka o es un barrio con nombre propio. Anafiotika es un entramado de calles y escaleras laberíntico al más puro estilo de algunas islas griegas. Lleno de casitas blancas y ventanas de colores que se mezclan con zonas de vegetación, ofrece vistas a la ciudad desde cualquier punto. Orientarse es imposible y perderse es muy fácil. Y para los amantes de los felinos… ¡está lleno de gatos!
Templo de Poseidón (Sounion)
Para visitar este templo, recomiendo hacerlo en coche de alquiler en caso de disponer de alguno. Si por el contrario no se dispone de uno, también hay autobuses. Se encuentra a unos 70km de Atenas en el cabo de Sounion, a los pies del mar Egeo. El camino hasta él va bordeando toda la costa por lo que el viaje merece la pena muchísimo. El mejor momento para ir es durante el atardecer, pues es uno de los más espectaculares que he visto nunca. Yo salí de Atenas sobre las 18:00-18:30 en el mes de Mayo y pude verlo tranquilamente.
Pero vayamos por partes. En caso de no disponer de un coche de alquiler, hay autobuses que van allí con bastante regularidad y que salen desde plaza de Egyptou. El precio por ticket es de 6€. También hay visitas organizadas que llevan hasta allí.
La entrada al templo es de 4€, y gratis para estudiantes. Una vez allí, lo único que hay que hacer es disfrutar de sus hermosas vistas y ver como el sol se va escondiendo por detrás del templo dedicado al dios Poseidón. La mayoría del templo se encuentra en pie aunque se pueden ver algunas columnas en el suelo.
Debo admitir que cuando fui hasta allí esperaba encontrarme un monumento abarrotado de turistas, pero no, había pocos y estábamos en temporada alta.
Espero que hayáis disfrutado de este primer día en la ciudad Helénica. Nos vemos en el próximo blog sobre que visitar el segundo día.
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Comentarios (1 comentarios)
David Sánchez hace 4 años
Que divertido es Atenas