Una tarde de futbol en el "Irishmore"

Os he hablado el otro día de él pero me gustaría centrarme un poco más, porque para nosotros es el nuevo "Soft". Como os he dicho anteriormente se trata de un bar que esta dos calles más allá del Soft y que está genial. La camarera nos trata genial y el ambiente es único. No se si es la cantidad de extranjeros, el ambiente que se puede hasta tocar o simplemente son sensaciones que cada uno percibe de una manera pero lo cierto es que se está muy bien.

Después de un par de días que "nos pasamos" el otro día quedamos, después de visitar Saumur (ya os contaré con detalle) para ver el clásico de Madrid-BarÇa allí.

Una cosa que echo tremendamente de menos de los bares españoles es que pongan una tapita, unas patatuelas o mismo unas aceitunas con la cervecita. En ningún bar de esta ciudad he visto nada así. Bueno yo creo que ni en esta ciudad ni en toda Francia. Solamente el otro día que por la tarde fuimos a tomar un par de cañitas a otro bar que está tambien en el centro pero cerca de la plaza Raillement, "Bar du centre", que fue el único que al pedirnos la segunda ronda de cañitas nos trajo unos cacahuetes y unas galletitas saladas. Muy curiosos porque fue la primera vez que tanto a mi como a mi compañera nos pasó desde que estamos aquí.

No tienen esa costumbre tan española de las tapas. Esa costumbre que yo creo que aquí lo hace cualquier bar y se empieza a forrar. Aunque cobre a 5 euros la pinta, que muchos ya lo hacen aquí y simplemente sólo la cerveza, sin nada más. 

Una clave para averiguar si un bar en barato o caro, y no falla, es la cantidad de gente que se puede ver en el bar. Parece una tontería pero normalmente los primeros días no solemos prestar atención a esos pequeños detalles y nos acaban pasando factura, concretamente que te gastes más de 20 pavos en tres cervezas.

Así que cuando vayais por la calle fijaros en cuales son aquellos en los que las terrazas están a tope, porque siempre son aquellos que mejores precios tienen. Tal es así que de repente tienes uno que no cabe ni un alma más y justo el bar de enfrente no tiene nadie de nadie.

Pero volviendo al caso, el Irishmore lo hemos españolizado durante un par de horas, no solo por el partidos Madrid-BarÇa, sino porque ahí, los españoles en mayoría, nos fuimos a comprar patatas y cacahuetes, y más anchos que altos nos pusimos a tomar nuestras cervecitas. Y que bien recordar lo que era eso de acompañar ese dulce sabor con algo más.

Si es que en España, por mucho que digamos, algunas cosas las hacemos mejor que bien. Jeje. Costumbres españolas que yo creo que todos los que estamos aquí es de lo que más echamos de menos. Y así pasamos nuestro primer partido fuera de casa, en un sitio nuevo, y con gente nueva, pero como si estuvieramos en nuestra misma casa...