Una noche de bolera
La segunda semana que estuve aquí fue, como os he dicho, de total adaptación. Después de haber visitado poco más que el Soft probamos algo más nuevo. Nos llamó para quedar (a mi y a mi compañera de piso) una chica italiana que he conocido los primeros días de gente internacional en mi universidad.
Ella había quedado con más gente internacional también y nos juntamos todos para ir a la Bolera, que está situada en plena Avenida Foch. La verdad, a pesar de pasar todos los días por allí nunca me había fijado casi en ella. Es bastante grande, cuando entramos tuvimos que pasar una especie de pasillo hasta llegar a la puerta de la entrada de la bolera. Desde allí, la entrada, pudimos contemplar todo. A mano izquierda la barra de la entrada. Más atrás un par de futbolines y billares (buen punto, ya que encontrar un sitio donde poder jugar aún no es tan fácil por aquí) y después unas mesas con la barra para pedir. A partir de ahí, girando ya a mano izquierda, y también arriba, estaban las pistas de la bolera. Abajo hay tres y arriba la verdad no lo sé. Aún no tuve la oportunidad de indagar más.
Aquí, como en muchos otros sitios de Angers (y de Francia supongo que también) hacen descuento con el carné de estudiante de la universidad. Dos partidas nos costaron 11 euros. No está mal. No es algo que se vaya hacer todos los días ni todas las semanas, así que para de vez en cuando pasar un día, una tarde o una noche diferente, no está nada mal. La bebida no es barata que digamos, pero tienen un par de ofertas muy buenas con lo que salen rentables entre varios las cervezas (para todo aquel que le guste claro, aunque aquellos que no les guste el alcohol aquí es bastante más caro que en España y para nada rentable, no solo en la bolera, sino en Francia en general).
Y la verdad que pasamos un buen rato. Eramos como unas ocho personas, dos de ellos franceses (un chico y una chica), muy majos. La verdad es que siempre nos preguntamos porque cuando están de fiesta o tomando algo son tan sociales y después en clase son tan cerrados. Es un poco incomprensible. Son un tanto extraños, en ese sentido claro.
La bolera está bien para pasar un rato de relax con los amigos. Como era viernes después salimos un rato de fiesta, aunque no conocíamos mucho. Pero es recomendable para todos aquellos que quieran hacer algo diferente. De vez en cuando está bien alternar. Y lo bueno es que queda en pleno centro de la ciudad de tal manera que si se está animado después se puede salir, como hicimos nosotros.
¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?
Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!
¡Quiero crear mi blog Erasmus! →
Comentarios (0 comentarios)