Qué visitar

Después de dejar todos los “trastos” en mi piso (que ya os contaré la odisea hasta encontrarlo), decidí salir a pasear, ver lo que había a mi alrededor.

Sin mapa no me atrevía a ir muy lejos, tenía que saber volver, pero al día siguiente quedé con una chica, la cual conocí gracias a un grupo de Erasmus, ella llevaba viviendo un año en la ciudad y se ofreció para enseñarme lo más importante.

Empezamos por la Avenida Foch, calle principal de la ciudad, dimos un paseo por el centro, sin dejar de pasar por la Place du Raillement, el lugar donde todo el mundo pasa casi a diario y sitio de reencuentro, sobre todos los primeros días, ya que no conoces casi nada.

De ahí pasamos a la catedral, preciosa por fuera (lástima que la puerta principal está en obras, la cual espero que terminen antes de marcharme) y sin palabras por dentro, cabe destacar su órgano.

De ahí bajamos unas enormes escaleras que te dirigen al río, cuando llegas abajo y te das vuelta puedes observar al gran catedral desde sus pies, te deja sin palabras, la verdad es que me parece increíble, como impresiona.

Si continuas casi por la orilla del río te encuentras con uno gran espacio verde, donde la gente se junta para comer (algo muy típico en este país, comer en la calle) y llegas hasta el catillo, por fuera bonito, pero cuando entras (entrada gratuita para europeos menores de 25 años) quedas impactado, es espectacular, todas y cada una de sus salas y sus jardines, recomiendo coger un audioguía, ya que es la mejor manera de descubrir lo que ocurrió en ese lugar.

Fuera del castillo se encuentra la oficina de turismo (en la cual no tienes que tocar la puerta para que se abra, cosa que me pareció muy curiosa), tienen información de todo Angers, como de los castillos de alrededor.

También se puede montar en un tren que te enseña lo más emblemático de la ciudad y el otro lado del río, lugar al que los visitantes no suelen acudir (creo que el precio ronda los 6-7 euros).

Si continuamos por una calle cercana podemos encontrar el museo “David D´Angers” y el museo de bellas artes, los dos muy recomendables, aunque para mi gusto el museo de bellas artes se hace pesado (puede ser porque no tengo mucha idea sobre este tema) pero sé que tengo amigas a lasque le encantaría y sin duda será uno de los lugares al que ir.

Recomiendo pasear por el centro de la ciudad, pasando por la casa más antigua de Angers y por la casa de Adán, imagen de la ciudad.

La iglesia de San José se encuentra al otro lado de la avenida Foch, por fuera es muy parecida a Nôtre-Damme de París, aunque mucho más pequeña pero con un encanto especial.

Después de estar unos días aquí fui a visitar el Lac de La Maine, sin duda el mejor paseo que he hecho en bicicleta, ir por la orilla del río viendo la ciudad, llegar hasta el lago y encontrarte con una playa artificial (a la cual no he tenido la suerte de ir, por el momento), terminar en el punto donde empezaste el recorrido y saber que es necesario hacer un picnic ahí, volver por la noche y tener el placer de hacer una señoras fotos, porque las vistas son incomparables con otra cosa.

Os dejo fotografías de todo lo que os he contado de la ciudad.

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