Amsterdam

Al llegar a Ámsterdam, por mucho que te hayan contado, te alucina la cantidad de tráfico de bicicletas que existe.

Llegamos a la estación de trenes, y nos dispusimos a llegar al hostel para poder dejar las maletas. Nuestro hostel se encontraba muy cerca del Museo de Van Gogh, famoso por su precio y colas para entrar. Tras dejar las mochilas, decidimos dar una vuelta por el parque que teníamos al lado de casa, el Vondelpark, o como nosotras lo llamábamos: el parque de los museos. Como bien he citado, el Museo de Can Gogh era uno de los más cercanos, pero al lado tamibén estaba el Rijksmuseum y el Stedelijk, que tampoco visitamos por las prisas de la ciudad.

Tras hacernos las fotos pertinentes con las letras de AMSTERDAM, comenzamos nuestra visita por los canales de Ámsterdam. Los más espectaculares eran el de Prinsengracht, Keizersgracht y Singel. Podemos ver muchas casas barco, aunque es más recomedable visitarlos por la noche debido a que con la iluminación son mucho más espectaculares.

Continuamos nuestra visita esquivando bicis, o más bien, mientras las bicis nos esquivaban. Tienes que tener muy claro que allí lxs que tienen preferencia son las bicis, por lo que tienes que cambiar el chip lo antes posible para adecuarte a su modo de trasporte sin morir en el intento.

Decidimos hacer una pequeña parada en la plaza de Leidseplein, donde descansamos tomando una cerveza. Esta plaza está llena de música, desde gente en la calle tocando a otros artistas que hacen que la visita sea aún más interesante. Por la noche se ponía más a tono con la noche holandesa, ya que es muy buena zona para salir de fiesta y tomarte unas copas.

Nos sumergimos en el típico barrio rojo. Si vas por esta zona, que sabemos que vas a ir, olvidate de sacar tu cámara de fotos. La gente allí está trabajando, muchas veces cara al público desde un escaparate, y no quieren ser fotografiadas. Así que no saques tu cámara de fotos a no ser que quieras que te riña alguna trabajadora de la zona. Allí la prostitución está totalmente legalizada, y es una zona dedicada al sexo. Desde sex-shops a pubs y zonas de fiesta.

Por último, nos acercamos a la Plaza Dam, donde descansamos haciendo botellón con unas patatas fritas y una cerveza. En esta plaza hay todo tipo de bares, restaurantes y pubs. Dependiendo de la época del año, puedes ver hasta colas para entrar en los cafés...¡La plaza dam está de moda! Desde aquí llegas a el Palacio Real de Ámsterdam o Koninklijk , un edifico espectacular del siglo XVII. Actualmente no es utilizado com oresidencia habitual de la familia real holandesa, pero se utiliza para recibir o celebrar acontecimientos.

Si estás por la zona, siempre encontrarás diferentes "coffe shops" en los que puedes entrar y "tomarte algo". Tienes dos tipos de bares, el primero es donde se pueden consumir productos estupefacientes legalizados en el país, como la marihuana y el hachís. En la otra parte del bar no podrás consumirlos, pero si comprarlos. ¡Importante! Si es un coffe shop, no podrás consumir alchol dentro: sólo bebidas azucaradas, con cafeína y zumitos naturales.

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