Amberes te enamorará

Mi experiencia Erasmus:

Elegí como destino la belga ciudad de Amberes. En aquel momento, 6 meses atrás, el nombre de Amberes no me daba pie a creer que un lugar de 500. 000 habitantes pudiera tener tal vida, tal oferta cultural y tantos nuevos eventos diarios. Recuerdo en cada plaza o parque una exhibición, concierto, o motivo de fascinación, para hacer de la ciudad una caja de sorpresas y de cada día una gran aventura.

Hoy, cuento con una auténtica película de vida pasando a través de mis ojos cuando me vuelvo al recordar, mil y una experiencia en mis espaldas, incontables rincones distintos a los que estas piernas mías me llevaron (allí la bicicleta se considera forma de vida) y la confianza de tantas y tantas gentes con las que compartí abrazos y aventuras… Hoy os puedo decir que Amberes y la experiencia Erasmus me han convertido en una persona nueva, más abierta, más curiosa, más crecida y más sabia.

Pero no os voy a mentir, a lo largo de vuestro viaje os encontrareis obstáculos, conoceréis la morriña de echar de menos vuestros hogares, algún día os aborrecerá hablar una lengua que no es la natal y estudiar los exámenes también será duro (aunque menos cuando todos los centros de estudios te ofrecen fruta y café gratis gracias a la asociación estudiantil GATE 15).

Sin embargo merece tanto la pena… No tiene precio el momento en el que te das cuenta de que piensas en inglés sin darte cuenta, o entiendes todos los diálogos del último estreno en el cine (los amberinos hablan un semejante del holandés llamado “dutch”, no obstante, no doblan las películas y hasta la persona más entrada en años habla perfecto inglés y no dudará en ayudarte amablemente ante cualquier requerimiento).

También es abrumador, el día en que la confianza en ti mismo sube 3 niveles cuando te das cuenta de que te vales tu solito para descifrar un mapa (tip: pide en la oficina de turismo el mapa especial para “jóvenes” con pubs y restaurantes baratos frecuentados por residentes belgas, es un pequeño recopilatorio con más de mil y un consejos y recomendaciones).

También el día en que te das cuenta de que ya hasta disfrutas los 9km en bicicleta para ir a clase todos los días (te recomiendo compres una en el mercado de segunda mano todas las mañanas de los viernes en la "plaza Vrijdagmarkt", por absurdos precios de incluso 15 euros), ¡pero ten cuidado con el tráfico: hay más bicicletas que coches!

O el día en que crees que ya has probado todos los estilos de comida y de repente ves un restaurante nuevo (Amberes es una ciudad super multicultural, con geniales restaurantes: indios "Aahaar" con buffet libre por 10€, auténticos griegos como "Apollon", el perfecto falafel en "Falafel Tof", o una buena dosis de costillas en el famoso "Amadeus", ¿hamburguesas hasta de salmón? "Ellis Gourmet Burguer" aunque las salsas de "The burgerij" te conquistan... ) Esto por nombrar tan solo algunos de mis preferidos dentro de los más rocambolescos, pero si buscas algo típico belga debes probar las reales patatas fritas en "Frites Atelier", ¿y de postre? nada más tradicional que un gofre en "The waffle factory".

Si la riqueza culinaria aquí merece un punto aparte, ¡qué os voy a decir si os gusta la cerveza! estáis en el país cuna de esta bebida... Lugares fascinantes como "Bier Central" con una enciclopedia para elegir entre sus 300 tipos distintos (tip: la de cereza o kriek es increíble). ¿Queréis saber más? Visita "De Koninck Brewery", la factoría de esta cerveza amberina, para ver el proceso de fabricación y catar las más famosas.

La universidad allí no me pudo dejar más satisfecha, se vuelcan con los estudiantes: desde incontables facilidades, hasta interesantísimas charlas, promociones para promover la cultura (regalan entradas al ballet, la ópera, conciertos), hasta locas fiestas de fin de curso y eventos para desconectar.

Aunque ya os digo que Erasmus en Amberes es mucho más que eso... Cómo no, salir de fiesta también es maravilloso si hablamos de una discoteca con un jardín dentro: "Plein Publiek", enormes festivales tecno todos los meses, o el típico bar de Erasmus "Café the prof". Si os va más un plan de tranquileo, por qué no un concierto de jazz en directo en "The muze".

Experiencias para mi inolvidables: recoger tulipanes gratis del campo en el "tulipanpok", celebrar una barbacoa en el "Park du Nord", nadar en el idílico "lago de Boekenberg", vivir un "Cantus", visitar la ciudad corriendo la "Antwerp Urban Trail", beber mientras pedaleas con amigos en una "Beer-bike", visitar el conmovedor museo de "The Red Star Line Museum", o simplemente ver la ciudad desde las alturas desde la terraza panorámica del último piso del "MAS".

Otras maravillas de la ciudad: admirar la belleza de las puestas de sol a orillas del río Escalda, o su elegancia al caer la noche. Sus mágicas leyendas (Amberes significa mano-lanzada, averigüen ustedes el significado). La comodidad de moverse en tren baratísimo (busca descuentos siempre por ser menor de 26 años, llamados GO-pass). El ecologismo como máxima, notándose en el reciclado de basura obligado y infinitas opciones vegetarianas en todos los supermercados. El valor al deporte saludable y como forma de entretenimiento (los estudiantes pueden hacerse una tarjeta por 20€ para todo el año y disfrutar de miles de divertidas actividades y clases dirigidas)... Podría seguir aburriéndoos durante horas, pero... ¡también tenéis que descubrir vosotros mismos!

Creo que después de este tostón se da por supuesto ya que: ¡Me declaro enamorada de Amberes! Y os recomiendo encarecidamente al menos una visita a esta maravillosa ciudad donde, "vivir", para mí fue más sueño que realidad.

Vive Erasmus, explora, conoce, crece... ¡Y compártelo a la vuelta!