Castillo de Albufeira

Es una pena que sólo podamos ver hoy en día los restos de una de las torres del Castillo, o Castelo en portugués, de Albufeira. Pero si pasais por allí sabreis lo que es en vez de pensar que sólo son un montón de piedras apiladas.

Podemos encontrarlo en esta ubicación.

Está muy cerquita de los supermerados Lidl y Aldi, así que si vais a hacer la comprao aprovechando que son los más baratos de la ciudad ya sabéis, no dudeis en acercaros a echar un vistazo.

No tenemos información segura sobre la primera ocupación humana de este sitio, pero se cree que esta parte del litoral ya estaba ocupado en la prehistoria por poblaciones asentadas ahí debido a la pesca.

El puerto le daba una situación de gran importancia, siendo la zona tomada en la invasión romana de la Península Ibérica. Fue entonces cuando se desenvolvió la agricultura y el comercio, llevando un gran progreso económico, que dejaron acueductos, puentes y carreteras.

Sí hay constancia de que en la época de la invasión musulmana de la Península Ibérica, a partir del siglo VIII, la ciudad fue fortificada y bautizada con el nombre de Castillo del Mar.

Se sabe que la Albufeira islámica era un poblado amurallado con una escarpa rocosa donde ahora encontramos el casco histórico y estaba dominada por un castillo. Sabemos de la eficacia de esta defensa debido a que fue uno de los núcleos que más tiempo permanecieron en su dominio.

En la época de la reconquista cristiana de la península, después de la conquista de Faro fue finalmente conquistada Albufeira, en el año 1250 por el ejército de Alfonso III de Portugal, siendo entonces el Castillo y sus dominios donados por el rey a los caballeros de la Orden de Avis. No hay certeza de qué ocurrió después, pero es posible que sus defensas fueran recompuestas por ellos, al igual que durante el periodo de Manuel I de Portugal.

El castillo estaba formado por una planta cuadrangular con una torre en cada vértice. Y contaba con tres puertas. Una de ellas, llamada Puerta de la Plaza o Puerta de Occidente era la entrada principal y se encontraba donde hoy en día tenemos la plaza de la República. La segunda se llamaba la Puerta del Mar o Puerta de la Paya y se situaba al norte, donde hoy en día podemos ver los únicos restos que quedan del castillo. Y la última, la puerta de Santa Ana, se llamaba así por ser la puerta de acceso a la capilla de Santa Ana, desaparecida en el terremoto de 1755. Ésta última estaba situada un poco más abajo del lado derecho del actual Puesto de Guarda Fiscal.

La conocida Torre del Reloj, que hoy en día está integrada en la edificación de la Santa Casa de la Misericordia, era una de las torres musulmanas que defendían la Puerta de la Plaza.

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