¿Qué errores debes evitar de Erasmus?

¡Hola a todos!

La noche pasada estuve recordando toda mi estancia en Gales y busqué algunas cosas interesantes contaros. Entre unas cosas y otras, me acordé de la frustración de algunas de mis compañeras por volver a casa y ver a sus familiares y amigos. También me acordé del agobio (yo entre ellas) por los trabajos de universidad y la fecha de entrega. ¡No me da tiempo! ¡Malditas referencias! Y así. Sobre todo, me di cuenta de los errores que se cometen estando de Erasmus y que deben evitarse a toda costa.

Coged libreta y boli, ¡empezamos!

En primer lugar, por Dios, el Erasmus no está hecho para estar encerrado/a en tu habitación todo el día, haciendo Skype con tus amigos o hablando con tus padres. Por algo a esta experiencia se le llama “experiencia” y por algo se dice que es “una gran oportunidad”. Y una gran oportunidad no se traduce en “me quedo delante del portátil siendo el asocial de la residencia”, ¿ok? Haz cosas. Sal a pasear. Conoce tu ciudad, tu pueblo o donde sea que estés. A ver, si yo encontré cosas que hacer en Aberystwyth, pueblo que no conoce ni un geógrafo, puedes hacer lo mismo. ¿por qué hay estudiantes que se van a grandes ciudades y no salen de casa? ¿POR QUÉ?

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Muchas veces me he encontrado con personas tímidas que tienen miedo de irse, pánico al extranjero, ¿cómo voy a hacer amigos? Me voy a una ciudad donde nadie me conoce y seguramente todo el mundo ya tenga su grupito, ¿cómo voy a encajar yo ahí? Chorradas. Los Erasmus siempre llaman la atención. La gente se acerca a ellos sí o sí, unos/as porque quieren escuchar su acento, otros/as porque quieren saber su cultura y bueno, otros porque querrán ligárselo/a, siendo honestos. Además, la universidad ya se encarga de organizar quedadas y fiesta y de todo para que os acomodéis y hagáis amiguitos. Quien se queda en su habitación solo y comiendo un paquete de doritos, es porque quiere.

En segundo lugar, un error que se comete mucho es obcecarte en que quieres volver a tu casa, tu hogar, tu mamá y tu cama. Sí, la nostalgia se apoderará de ti en algunos momentos. Sobre todo cuando estés de exámenes y quieras abrir la ventana y gritar cosas porque no entiendes cómo vas a aprobar esa asignatura. Sí, la nostalgia hará que te sientas horriblemente triste. Algunas chicas del Erasmus lloraban porque querían ver a su familia y faltaban tres días para verlos. Tres días. 72 horas. Chorradas. De verdad, si sois esa clase de personas que no puede estar fuera de casa, no os vayáis de Erasmus. Porque para irse y ser la agonías del grupo, quédate en casa. O no sé, siempre puedes irte de camping una semana el verano anterior para practicar (¿? ). El Erasmus es una gran oportunidad para aprender y conocerte mejor a ti mismo. Abrir la mente. Pasarlo bien. No la desperdicies centrándote en lo bien que estarías en casa. Todo el mundo está igual que tú y ellos lo llevan bien, algunos incluso lo disfrutan. Yo creo que con estar en contacto con ellos casi todos los días, media horita al día o así, es suficiente. Además, hoy en día con las redes sociales esto es mucho más llevadero. Puedes estar al tanto de todo: tú de ellos y ellos de ti.

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Tercer error. Por favor, no conviertas tu cocina, tu menú del día en un McDonald’s. La mayoría de estudiantes suelen caer en el sedentarismo. Pizza precocinada, pasta y mucha fritanga. Por qué. Es que no lo entiendo. Si es mucho más fácil hacerse una ensalada o un filete a la plancha. A ver, no harás un quiche lorraine o un cordero guisado, pero hay platos riquísimos y facilísimos de hacer que van más allá de una hamburguesa comprada en el supermercado local. Por ejemplo, recuerdo que esta fue una de las mejores cenas de mi Erasmus y es bien sencilla: salmón, boniato y verduras. Está rico, es bien sencillo y es sano.

Así que por favooooor, no caigáis en el sedentarismo. Con organización todo es posible. Mira, recuerdo que comí un risotto, que es sencillo y está de vicio. Y si un día no te apetece cocinar, vete al comedor de la uni que suelen estar bastante bien, hablando desde la experiencia. Eso sí, mi preferido es el Erasmus que todo su frigorífico está lleno de cerveza y otras bebidas alcohólicas. Soy fan.

Cuarto error: agobiarte demasiado con los exámenes. Antes de irme de Erasmus estaba un poco asustada, inquieta, no sé cómo llamarlo, porque iba a cursar asignaturas en otro país y entonces, en otro idioma. Esto era una auténtica chorrada porque aquí, en España, todas mis asignaturas eran impartidas en inglés, así que… Si es que a veces… Pero bueno, aun así me asustaba la idea de que fuesen a exigirme demasiado, el nivel de un hablante nativo, por ejemplo. Llegué allí y no tuve ningún problema. Los Erasmus se ayudan los unos a los otros, en Aber era como si fuésemos un gran equipo. Unos leíamos los trabajos de otros, los corregíamos, veíamos dónde se podía mejorar, etcétera. Nada es tan malo como parece. A ver, os confieso que el primer trabajo que mandaron lo empecé casi el primer día que supe que tenía que hacerlo y una semana y media antes del plazo de entrega, ya lo había acabado. Estaba bastante obsesionada porque creía que iban a bajarme puntos por el lenguaje, mi expresión escrita, etc. Pero no fue así, me pusieron muy buena nota. ¿Con esto que os quiero decir? Que no os agobiéis. Obviamente no os van a dar el aprobado por la cara, pero tampoco hace falta romperse la cabeza. Hay tiempo para todo y mezclar fiesta con estudio es posible (si no tienes demasiada resaca). Además, en el caso de que en una asignatura te vaya mal, siempre puedes hablar con tu tutor Erasmus, desahogarte y él sabrá qué hacer y te ayudará seguro. Mi tutor de Aberystwyth era súper atento y ayudaba en todo lo que podía.

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Seguimos: error número cinco. Casi paradójicamente, pensar que sin hacer nada van a darte el aprobado. Es decir, está el lado opuesto, pensar que el Erasmus solo está hecho para salir de fiesta y que sin ir a clase van a aprobar. Esto no existe. Quien lo hace al final del semestre se da de bruces y no saca ni una. Real.

Error número seis: no viajar. El Erasmus está hecho también para visitar, conocer, ampliar tu cultura. Viajar es la única cosa que compras y te hace más rico. Muchísima gente decide irse de Erasmus a Polonia porque es muy barato y viajar desde allí también. Aunque tú no estés en Polonia y moverte no sea tan barato, seguro que hay sitios maravillosos que valen la pena, aunque no sean tan cool. A veces vale la pena no salir dos noches de fiesta y ahorrar el dinero para conocer mundo. ¿A veces? Siempre. De verdad, nunca entenderé a esas personas que sus mayores expectativas son que llegue el sábado noche.

Error número siete: juntarte solo con gente que habla tu idioma. Algo sé bien seguro y es que hay dos grupos que siempre se juntan cuando te vas de Erasmus: asiáticos en general (koreanos, japoneses, chinos…) y españoles. No sé por qué, creo que somos demasiado inseguros de nosotros mismos como para abrir nuestras mentes, ¿o quizá sea porque somos los peores manejando el inglés? Quién sabe. El caso es que siempre pasa. Ya os digo que no fue mi caso para nada. Obviamente estaba con españoles (porque en Aber éramos bastantes) pero no todo el rato ni todo los días. Si te juntas con gente que habla tu mismo idioma, no aprenderás y estarás tirando una gran oportunidad por la borda. La gente es maja. Estudiantes de otros países pueden aportarte grandes cosas: conocimiento y alegría, risa, etc. Además, hoy en día quién sabe dónde acabarás trabajando tal y como están las cosas, siempre es bueno tener contactos por el mundo entero. En Aber, una chica austriaca y yo acabamos siendo grandes amigas y prometimos vernos en un futuro. Ella vendría a visitar Galicia y yo el pueblo donde vive en Austria. ¿De verdad vas a perderte una oportunidad así por juntarte con españoles? Además, ya sabéis que estudio Alemán en mi carrera. Pues me venía de lujo juntarme con alemanas, porque muchas veces hablaban alemán entre ellas y así yo afinaba el oído. Me enseñaron muchísimas palabras y expresiones útiles en alemán, algo que nunca aprendería en una clase. Ellas también estudiaban español así que yo las ayudaba cuando tenían examen y viceversa. Este cuatrimestre (en Galicia) me está pareciendo un coñazo en comparación porque en fin, Alemán ya no es tan divertido ni por asomo.

Y hasta aquí el post de hoy, con estos errores garrafales que debéis evitar si os vais de Erasmus. Espero que os haya gustado, como siempre. ¡Hasta mañana y gracias por leerme!

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