PRIMERA RECETA: SUSHI

Cuando te vas de Erasmus, te independizas totalmente, ya no existe ni eso de llevar la ropa sucia los fines de semana y el domingo llevarte el tupper con comida para lunes y martes. Comida que suele ser macarrones con queso, recalentados en el microondas y con sabor al metal de la cuchara.

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Llega un punto que esto ya es insoportable, así que decides utilizar el librito “cocina para bobos” y empiezas a cocinar tus primeros arroces con verduras y champiñones, y tan contento. En mi caso, poco a poco descubrí que me gustaba el mundo de la cocina (cocinar para mí misma, jeje), así que empecé a innovar y a cocinar recetas más elaboradas. Además, debido a que tenía compis en la residencia que venían de todo el mundo, decidí empaparme un poco de su gastronomía. Cada X tiempo cada una cocinaba un plato típico de su país y hacíamos una cena para todas. En otra entrada os enseñaré la cena que hicieron mis compis españoles (no podía irme del blog sin enseñaros su primera tortilla de patata). Entonces, llegó el turno de Hanna, Korea del Sur, que hizo muchos platos (picantes) para nosotros que se comen normalmente en su país, pero hoy solo voy a hablar del famoso sushi. Ese día decidí coger el móvil y grabar para hacer después una especie de tutorial. Ya lleva desde aquella en Youtube y creo que es muy útil para completar la explicación de la receta. Lo visual siempre es más claro, aquí está ¡Empezamos!

Esta receta es sencilla, clara y demasiado fácil como para equivocarse, ideal para estudiantes. Además, es sana, sabrosa y rápida de hacer. Arguiñano podría hacerla sin mirar. Además, me encanta la fonética de la palabra “sushi”, sssshushhhhhi. Rajoy tendría que buscar una palabra comodín si le tocase decirla en un discurso.

Los ingredientes:

-Arroz

-Algas marinas

-Atún

-Kimchi (salsa coreana hecha de verduras) ¡Ojo! Es un poco picante.

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Pasos para cocinar sushi:

1. El primer paso es extender las algas marinas encima de nuestra tabla de cocina. ¿Pareado? Puede.
2. A continuación, extendemos el arroz encima de las algas, lo aplastamos fuerte con los dedos para que quede compacto.
3. Encima del arroz, echamos el atún y el kimchi (o lo que nosotros queramos como relleno).
4. Cuando ya tengamos todos los ingredientes repartidos, cogemos por un extremo las algas marinas y las envolvemos con nuestro relleno dentro, como si fuese un rollito, apretando con fuerza para que los ingredientes no se deshagan cuando nos los comamos. Cuando ya tengamos nuestras algas con el relleno dentro, nos debe quedar una forma cilíndrica y larga. El siguiente paso es cortarlo en trozos pequeños y ¡voilá! Ya está hecho.
5. A mí personalmente me gusta frío, así que lo ideal es meterlo en el frigorífico.

Aquí tenéis el resultado final.

Me encantó probar el sushi: sabor a mar por las algas, el típico arroz, atún y la salsa picante que le daba un toque genial. Algún día haré sushi y me saldrá tan apetecible como este, lo juro.

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En conclusión, con las recetas que nos enseñó Hanna, me di cuenta de lo importante que es tener el paladar abierto a sabores exóticos, aunque sean un pelín picantes. También aprendí que el sushi no se hace solo con pescado crudo, que es lo que la mayoría de la gente piensa (yo me incluía en aquel entonces). Ya os enseñaré en otra entrada toda la cena que Hanna cocinó para nosotras. ¡Y hasta aquí la receta de hoy! Espero que os haya gustado, ¿qué comidas extranjeras has probado tú?

¡Y hasta aquí la receta de hoy!

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