Portmeirion: lugar de ensueño
Portmeirion: lugar de ensueño
¡Hola a todo el mundo! Aquí estoy un día más. En la entrada de hoy os voy a contar mi mini-viaje a uno de los sitios más especiales en los que he estado jamás: Portmeirion. ¡Empezamos!
Portmeirion es una villa situada en el Norte de Gales. Su arquitecto es Clough Williams-Ellis, que quiso darle a este mágico lugar un estilo italiano. Yo descubrí este lugar mientras navegaba por Internet buscando destinos interesantes que podía visitar en Gales. Me acuerdo que estaba hasta arriba de trabajos, estaba en la cocina escribiendo mis essays sobre la 1 de la mañana (¡yo! que siempre me acuesto a las 23:00 como MUY tarde) acompañada de Lydia. De repente, decidimos que nos merecíamos un descanso. Yo ya tenía ganas de visitar este lugar y Lydia se apunta a un bombardeo, así que se lo propuse y no lo dudó ni un segundo: el fin de semana visitaríamos Portmeirion.
¿Cómo ir a Portmeirion?
Lydia y yo fuimos en autobús, nos levantamos pronto, sobre las 6 de la mañana. Preparamos nuestra mochila llena de comida, dinero, portátil y poco más. Todo muy camino de Santiago. El camino fue largo (4 horas de trayecto y 10 libras la ida) y aprovechamos el trayecto para continuar con nuestros trabajos. Recuerdo que el autobús que nos llevó era como los famosos Vitrasa de Vigo… Todos sabemos que escribir en esos autobuses es misión imposible, pero no nos quedaba otra.
Entre cabezaditas y snacks, llegamos al Norte de Gales. El autobús no nos dejaba justo en Portmeirion, tuvimos que caminar un rato. Alucinamos con el tiempo que hacía. El día anterior había estado lloviendo a cántaros y ese día hacía un sol radiante. Por fin llegamos. En ese momento estaba entrando un autobús por un portal enorme (lleno de pensionistas, jubilados) así que nosotras entramos por ahí. Estando dentro, nos dimos cuenta de que todos los visitantes tenían un folleto de la villa para guiarse mejor. Nosotras también lo necesitábamos así que fuimos a la oficina para pedirlo. Se lo comentamos al chico y nos comentó:
-¡Qué raro! ¿No os lo han dado en la entrada cuando habéis pagado?
De repente Lydia y yo nos miramos, porque no habíamos pagado nada. ¡Habíamos entrado por la entrada que no era, y claro, los jubilados que ya tenían la visita pagada! Nos hicimos las tontas, como quien no quiere la cosa, y dijimos que no nos habían dado nada. El recepcionista muy extrañado: ¡Sois las primeras a las que no os lo dan!
Cogimos el folleto y nos fuimos por fin a visitar la villa. Siete libras nos ahorramos, que es lo que cuesta la visita, je, je (ojo, el precio puede variar según la estación en la que vayáis, en verano es más caro… No creo que tengáis tanta suerte como nosotras)... “En el Erasmus cada penique cuenta”, me decía Lydia.
Por fin estábamos dentro. Estábamos maravilladas. Las fotos que habíamos visto en Internet no hacían justicia a la villa. Era todo tan ideal, cada casita, cada fuente… Eran todas de diferentes colores pero juntas formaban una armonía perfecta.
“Lugar prototípico y casi utópico para pasar tu jubilación”, pensé.
Lo cierto es que hay un hotel y Lydia y yo tuvimos la osadía de preguntar cuánto costaba una noche, pero el coste era desorbitado para dos estudiantes Erasmus, jajajaja, otra vez será.
Portmeirion tenía una plaza que era el lugar central de la villa, donde se reúne la gente para charlar en un banco y tomar un café (bueno, un té, que estamos en Reino Unido). Lo que más me sorprendió de la plaza fue esta figura arquitectónica, que en cierto modo me recordaba al Altar de Pérgamo.
En el medio de la plaza, hay un estanque con una fuente llena de nenúfares. Todo está rodeado de vegetación, planta y flores perfectamente cuidadas. El suelo está limpio. Las casitas y tiendecitas son de colores distintos y vivos. Era un lugar muy diferente a todo lo que había visto antes. Muchas casas tenían dibujos hechos con pleno detalle. Todo estaba pensado, hecho a propósito.
Fuimos viéndola poco a poco y despacio, nos fijamos en que había un spa, una librería, una tienda de souvenirs, tiendecitas donde comprar comida, ¡y un restaurante!
La verdad es que me recuerda un poco al mítico Tommy Mel’s o al que van Mia Wallace y Vincent Vega en Pulp Fiction. Comimos bien y barato (sorprendentemente), sinceramente.
También fuimos a la parte baja de Portmeirion, donde hay una casa con una piscina y un hotel de color blanco. Es una de mis partes preferidas porque se ve el río. Cuando el caudal del río es bajo, se forma una pequeña playa que en verano seguro que es genial.
En definitiva, Portmeirion me encantó. La esencia de este lugar solo se entiende una vez que estás allí y lo sientes. Esa “armonía”. He intentado escoger solamente cuatro fotos para esta entrada pero me ha sido imposible. Quería que vieseis cada detalle de la villa, así que os dejo mis favoritas, espero que os gusten:
(Ideal para tomar un café)
Después de pasarnos toda la mañana allí, decidimos irnos. Y no os lo vais a creer, ¡pero empezó a llover! Tuvimos una suerte increíble. Nos pasamos todo el camino de vuelta mojadas y pingando. Os dejo esta foto, salimos horrible pero me parece divertida, aunque no se aprecia la lluvia…
Al volver para coger el autobús, visitamos de paso este castillo. Es el castillo de Deudraeth, con un estilo victoriano, y se puede alquilar si quieres pasar la noche en Portmeirion. Solamente lo vimos por fuera, pero en Internet hay fotos de las habitaciones… La decoración es una pasada. Y seguro que el precio también: una pasada de caro, ja, ja, ja.
Como conclusión de la entrada de hoy, tengo que decir que con este mini-viaje me di cuenta de que ir a Aberystwyth fue una de las mejores decisiones que pude tomar. Me explico, normalmente los estudiantes Erasmus eligen como destino una ciudad grande, porque desde allí hay aeropuertos para visitar las grandes ciudades. Por ejemplo, los que se van a Polonia visitan Oslo o Copenhague (que a mí me parece perfecto también). Pero yo, elegí Aberystwyth, donde todo queda a desmano, lo que me hizo querer visitar estas partes pequeñas de Gales, sitios especiales que nunca visitarías si tuvieses que planear un viaje desde casa, ya que elegirías otras ciudades más grandes y conocidas, como pueden ser Oslo o Copenhague. Una vez más no sé si me estoy explicando, diablos.
¡Y hasta aquí la entrada de hoy! Espero que os haya gustado Portmeirion y ya sabéis, si algún día tenéis la oportunidad de ir, no lo dudéis. Gracias por leerme, nos vemos en el próximo post.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- Français: Portmeirion : lieu de rêve
- Italiano: Portmeirion: un villaggio da sogno
- English: Portmeirion: an enchanting place
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Comentarios (5 comentarios)
Maria Escudero hace 8 años
Con esta descripción ¡¡qué ganas de visitarlo!!
Fátima chamadoira hace 8 años
Hasta el nombre, Portmeirion, es evocador.
Fátima chamadoira hace 8 años
Y a todo esto, ¿qué haces tú, niña, pensando en tu jubilación?
Claudia Costas hace 8 años
Es Carmiña, que se pasa el día con la cuenta atrás
José Ramón Núñez Iraola hace 8 años
Hay que aprovechar el ERASMUS como una oportunidad enriquecedora en todos los aspectos, no sólo en el académico. Esta visita es un ejemplo.