Devil's bridge
¡Hola a todos un día más! En la entrada de hoy os voy a contar mi excursión al Devil’s bridge y a sus Falls, a sus cataratas. A quienes os guste perderos durante un día en la naturaleza, hacer senderismo o simplemente respirar aire puro, este lugar os encantará. ¡Empezamos!
Muchas chicas de mi residencia ya habían visitado el Devil’s bridge, o sea, el puente del demonio, del diablo. Me habían enseñado fotos y automáticamente tuve ganas de ir: era un sitio con historia, rodeado de naturaleza, con una cascada y con una ruta de senderismo. Pero, ¡ups! Estábamos a punto de comprar los billetes de bus y nos dimos cuenta de que se habían agotado. La línea de autobuses solo tenía unos días fijos para ir y también temporadas concreta. Y justo, la temporada había acabado hace unos días. Empezamos a buscar por Internet y no encontrábamos ninguna vía. Pensamos en ir andando (ay), pero abortamos la misión porque era casi imposible. Se hacía de noche demasiado pronto, habría que madrugar demasiado y caminar más todavía. Además, ¿para volver qué? Cuando parecía que no podíamos ir y yo tenía una cara de deprimida total, de repente encontramos unos “autobuses” que podían llevarnos, pero solo si reservábamos con antelación. Llamamos. Reservamos. Y pongo “autobuses” entre comillas porque cuando llegamos a la estación, nos dimos cuenta de que los autobuses pasaban y pasaban y ninguno era el nuestro. Depresión otra vez. Decidimos preguntarle a un conductor de autobús y riéndose, nos dijo que no habíamos reservado un autobús, sino un TAXI. Una amiga había ido al Devil’s bridge hace unos días y me dijo que le costó ir trece libras y que fue en tren.
Así que, ya sabéis, ¿cómo ir al Devil’s Bridge? Tres opciones: autobús, tren o taxi.
La verdad es que estábamos (Paula, Lila y yo) un poco rayadas, porque pensábamos que el taxi nos iba a costar una burrada. Era un recorrido larguísimo y a saber. Durante el camino, la taxista fue muy agradable y estuvo hablando con nosotras de las típicas preguntas que se le hacen a un estudiante: ¿de dónde eres? ¿qué estudias? ¿vais a volver a casa por Navidad? En aquel momento la profesión de taxista me recordó un poco a la profesión de peluquero, ¿no?
Llegamos por fin a nuestros destinos, y nos dijo que le pagásemos unas cinco libras (o menos). Al final, contra todo pronóstico, nos salió genial reservar ese taxi, no había manera más barata de ir, ahorramos bastante en comparación a lo que habían gastado otros compañeros que ya habían estado. Ahora no lo recuerdo muy bien, pero era barato ya que a la vuelta no tuvimos que pagar nada. La taxista nos dijo que dijésemos una hora para que ella nos viniese a buscar y listo, se fue y nosotras pusimos rumbo al Devil’s bridge. Llegamos en cinco minutos, más o menos. Había una estación de tren, bastante peculiar. Era el tren que había reservado mi compañera que la dejaba justo ahí. Un poco más hacia delante, estaba la entrada a la ruta de senderismo y al puente pero nos dimos cuenta de que la taquilla y una especie de kiosko que había allí estabas cerrados. ¿Depresión otra vez? No. Para llegar al Devil’s bridge había que cruzar por una especie de puerta creada con hierros, era una puerta giratoria. Había que meter tres libras cada una para pasar. Lo malo es que eran tres libras justas y no todas teníamos, así que hubo que volver atrás y pedir cambio en un bar. El Devil’s bridge se nos resistía por momentos. Finalmente, pudimos entrar.
Había dos formas, dos rutas, para llegar al puente del demonio, nosotros cogimos la más larga que duraba 45 minutos, pero entre fotos y parón para comer, duró más. Bueno, bajamos unas escaleras y lo primero con lo que nos encontramos fueron estos tres puentes construidos unos encima de otros, todos pasando por encima del río. Supuestamente, el más bajo de todos, fue el que construyó el demonio y los otros dos se construyeron bastante tiempo después, porque, se cree, que el puente más antiguo empezó a ser inestable. La leyenda, brevemente resumida, cuenta que una señora había perdido a su vaca y no podía recuperarla porque estaba al otro lado del río. El demonio le dijo que construiría un puente siempre y cuando él se llevase la primera alma que cruzase el puente. La señora, tiró una rodaja de pan al puente, así que su perro cruzó y esta fue la primera alma. El demonio, enfurecido, se marchó. Desde aquella, se cree que no ha vuelto a Gales porque está avergonzado de que una vieja señora fuese más lista que él. Fin.
Fuente No pude sacarle una foto yo misma en la que se apreciasen los tres puentes tan bien como en esta, ya que nosotras veíamos los puentes "lateralmente" y no de frente, como aquí, mis disculpas.
Seguimos caminando durante un rato y encontramos una zona con bancos y unas vistas espectaculares. Todo el camino es cuesta abajo todo el rato y está rodeado de vegetación. Hay una zona con unas escaleras muy empinadas, muuuuuy empinadas (en la foto no se aprecia, ARGH), repito. Pero desde allí saqué esta maravilla de foto, con la cascada por detrás. Me encanta. Es todo muy Tarzán, en la selva. Además, todo el camino escuchas el sonido tan fuerte de las cataratas y hace que te sumerjas en la “esencia” de la naturaleza. Seguimos caminando y nos encontramos con este puente, que en foto parecerá una chorrada, pero yo sufrí mucho para cruzarlo (tengo mucho vértigo y lo paso fatal). Parece tan inestable, no sé, lo cruzas y entre que es resbaladizo y a saber cuántos años lleva ahí… y que la altura también es considerable… Lo crucé casi con los ojos medio cerrados y lo más rápido que pude. Horrible.
Aquí, el puente que casi acaba con mi salud.
(Mientras leéis este post, podéis poner de fondo "Hijo de hombre" de Phill Collins, para estar más metidos en el ambiente :D).
Pero después vino la parte más bonita, es una ruta hacia arriba donde se ve toda la cascada. Hay paraditas con bancos desde donde las vistas son preciosas y desde donde se puede ver la fuerza con la que baja el agua. Una de esas paradas, descansos, era una cueva. También había una explicación para esa cueva, pero esto no era una leyenda, era totalmente verídico. No recuerdo exactamente los detalles, pero sé que la cueva fue encontrada por dos chicos que vivían en el pueblo donde se encuentra el Devil’s bridge. Estos se dedicaban a robar en las casas todas las noches, así que todos los obsequios que tenían los guardaban en esta cueva para que nadie los encontrase, ya que estaba tapada por vegetación. Así pasaron años y años, hasta que un día los descubrieron (creo que un perro había seguido el rastro, pero no estoy segura) y como "venganza", tuvieron que darles muerte a estos dos ladrones (de esto tampoco estoy segura, sorry por el final trágico e inventado de no ser verdad).
Pasando la cueva, llegamos a lo alto de la colina, así que decidimos sentarnos en un banco y parar a comer. Habíamos traído bocadillos de casa (qué original). Acabamos de comer y seguimos con la caminata hasta que llegamos al final del camino, que nos dejaba en el sitio por el que habíamos entrado.
Allí ya no teníamos nada más que hacer, así que decidimos pasar la tarde en un bar jugando a las cartas y al billar, hasta que nuestro taxi llegase. Recuerdo que estuvimos esperando, de noche, y que el taxi no llegaba, (la excepción que confirma la regla, respecto a la puntualidad) yo ya me temía lo peor. Además, ninguna de nosotras tenía tarjeta para poder realizar llamadas en Reino Unido y allí tampoco había wifi para avisar a nadie… Por lo que… De todos modos, llegó. Nos dimos cuenta de que no teníamos que pagar nada así que volvimos felizmente a casa, ya que el taxi nos dejó justo en nuestra residencia, no tuvimos que subir la estúpida cuesta… cansadas por el tute de todo el día.
¡Y esto es todo por la entrada de hoy! Gracias por leerme, espero que este lugar os haya parecido interesante, por lo menos casi tanto como a mí. Espero también que os hayan gustado las fotos, a mí me encantan. Ya sabéis, compartid :D y nos vemos en la próxima entrada, descubriendo cada vez más sobre Aberystwyth y sus historias.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?
Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!
¡Quiero crear mi blog Erasmus! →
Comentarios (5 comentarios)
Maria Escudero hace 8 años
Unas fotos muy bonitas.Les diré a mis compis de senderismo que anoten esta ruta en la agenda.
Fátima chamadoira hace 8 años
Qué curiosa esa reincidencia de muchos pueblos en nominar lugares como agujeros del infierno, o del diablo. Aquí, en la isla de Ons, existe "O buraco do inferno" La foto que nos has colgado da "miedito".
Fátima chamadoira hace 8 años
Las leyendas, para tomar nota.
Maria Escudero hace 8 años
En mi pueblo había hasta hace poco una calle "do inferno" pero por suerte para los vecinos que viven allí la nueva corporación le cambió el nombre. En Marín también hay a "rua do inferniño", pero con diminutivo parece que no suena tan mal.
José Ramón Núñez Iraola hace 8 años
Tanto diablo tanto diablo vamos a escuchar "Symphaty for the devil" de The Rolling Stones.