La Ciudad de Granito

Cuando la gente piensa en Escocia piensa en verdes paisajes, vacas lanudas y señores con falda. Pero al noreste del país, a casi 200km de Glasgow, pegado a la costa del Mar del Norte se encuentra una ciudad que no tiene nada que ver. Aberdeen es una ciudad en la que casi todos los edificios están hechos de granito, concediéndole así su famoso nombre. Es más pequeña que Edimburgo, pero eso solo hace que sea más acogedora y tranquila. Es una ciudad muy moderna y urbanita, gracias a su industria más creciente; el petróleo. 

Cuando llegué allí en febrero de 2016 hacía un frío que pelaba y lo primero que hice fue buscar un sitio donde comprarme un café caliente. Recorrí la calle Rennie's Wynd para dejar atrás la estación de autobuses y llegué a la Union Street, la calle principal de la ciudad. Miré en Google Maps si había alguna cafetería cerca y encontré lo que ya esperaba: Starbucks y Caffè Nero. Pero cuando por fin levanté la vista del móvil vi un cartel amarillo frente a mi que me llamó la atención, y antes de darme cuenta había echado a andar hacia él. Y menos mal que lo hice, porque así es como encontré mi rincón favorito en toda la ciudad. 

Books and Beans es la cafetería más bonita que he visto en mi vida. Desde siempre me ha encantado leer y la verdad es que me enamoré de este sitio nada más entrar. Había estanterías recubriendo las paredes llenas de libros hasta casi rebosar, libros que habían sido donados y que podías comprar a un precio baratísimo o simplemente coger uno y ponerte a leer en uno de los cómodos sillones. Y tienen una gran veriedad de libros, desde clásicos a los más actuales. El café era buenísimo, el té estupendo y no he probado mejor chocolate caliente en toda mi vida. Además, también tenían carta de sándwiches y similares, así que más de un fin de semana me pasé allí el día desde el desayuno hasta la hora del cierre. 

Fuente

Cuando no estaba trabajando o con la nariz enterrada entre libros y café, otro de mis lugares favoritos era , el parque más grande que pude encontrar y en el que encontré otro de mis rincones favoritos. 

Pese a ser un parque algo alejado del núcleo de la ciudad me soprendía ver que los fines de semana estaba rebosante de gente. Los niños jugaban sin parar en la gran explanada y las familias hacían picnic. Pero yo necesitaba un rinconcito más tranquilo, así que un día encontré el Río Don, que pasa justo al lado del parque y ahí encontré mi segundo rincón favorito. Era perfecto, bajo la sombra de los árboles, sin más gente que algun deportista ocasional o gente paseando perros que no dudaban en venir a saludarme. Me sentaba a la sombra de un gran árbol frente al río y me relajaba. Es un sitio perfecto para dejar volar la imaginación, ya que no hay apenas ninguna distracción.

Otra de las maravillas que encontré allí fue la playa. Para mi, no tenía nada que ver con la playa a la que estaba acostumbrada. Al ser Invierno no había nadie bañándose, lógicamente, pero sí que había gente pasando el rato, pescando o jugando con sus mascotas. Es un sitio aún más tranquilo que el río, ya que poca gente pasa horas allí, debido al fresco que hace, pero tiene unas vistas increíbles y un agua cristalina. Una maravillosa vista que compartir con amigos en alguna de las cafeterías de la zona.

Luego hay una pequeña zona en un pueblo cercano donde se pueden ver focas tumbadas en la arena como si nada, algo a lo yo desgraciadamente no pude ir, porque no tenía coche. 

Otra de las cosas que más me gustó de la ciudad fue la Central Library. Tenía varias plantas con una enorme variedad de libros, pero lo que llamó mi atención y lo que provocó mis visitas continuadas no fue eso precisamente.

En un pequeño rincón a la entrada de la biblioteca había un stand en el que te ofrecían una cita a ciegas con un libro. No lo había visto jamás, pero he de deciros que provocó que mi pasión por la lectura aumentara, ya que muchas veces estamos precondicionados a lo que una novela nos va a hacer sentir gracias a que alguien nos ha hablado de ella. Pero al no tener ni idea de lo que iba a encontrar entre sus páginas me dí cuenta de que así podía disfrutar de esos pequeños mundos infinitamente más. Espero que sigan haciéndolo.

Para el poco tiempo que estuve estos fueron los lugares que sin duda recomiendo visitar en esta fantástica ciudad. Hay muchos otros por supuesto:

• Todas las tiendas de Union Street

• El Museo de Historia Natural en el que celebran veladas nocturnas

• Los centros comerciales

• El puerto

• Los cementerios e iglesias, que son preciosísimos

• Y mil cosas más

Muy bien, pero ¿cómo se vive en Aberdeen con nuestro presupuesto?

Comida

En los supermercados Tesco, Sainsbury's y The Co-Operative Food se puede encontrar casi de cualquier cosa, y siempre tienen ofertas y marcas blancas. También encotramos lo que allí llaman el Meal Deal, que consiste en un sandwich, una bebida y un snack que nos puede costar como mucho £4. Es muy popular entre los estudiantes y los trabajadores, ya que tienen una gran variedad de sándwiches y al fin y al cabo es lo que suele comer la gente en Reino Unido en los días laborables. 

Transporte

Respecto al transporte público, la ciudad dispone de autobuses que te llevan a cualquier parte de la ciudad, pero sobretodo a los puntos donde se encuentran las universidades, institutos y colegios. Por unas £10 a la semana tienes un abono transporte bastante económico si no dispones de otro transporte para ir a las clases. 

Vivienda

La ciudad se divide en varias zonas, la zona donde las viviendas son más caras se encuentra hacia el interior, al oeste y en pleno centro de la ciudad. Más al norte y sur, junto a la University of Aberdeen y a la Robert Gordon's University, se encuentran las zonas de estudiantes y es bastante fácil encontrar un piso que compartir por unas £400 al mes, o por menos incluso si buscamos bien. 

Idioma

Se dice mucho que el acento escocés es de los más complicados que hay, pero es cuestión de tiempo hasta que el oído se acostumbra. Es uno de los acentos británicos más musicales que hay y con un buen nivel de inglés se entiende sin problema. 

Como veis, es una ciudad en la que no hay mucha fiesta ni juerga, lo cual era justo lo que andaba buscando. Es una ciudad en la que disfrutar del paisaje y de los lugares, en la que conectar con la gente, que siempre está dispuesta a conversar con los extranjeros y a ayudarles con el acento escocés. Si lo vuestro es más la vida nocturna, la juerga y las discotecas esta no es la ciudad que buscáis; pero es sin duda la ciudad que necesitáis.