Limpieza final de la residencia.

Una de las peores cosas del erasmus fue sin duda alguna la limpieza final de la habitación de la residencia. Ya de por sí, nuestra residencia tiene fama de quedarse con bastante dinero de los estudiantes erasmus tras la revisión de la habitación, así que todo lo que voy a comentar está relacionado con esa residencia, aunque siempre podéis haceros una idea por si os toca hacer limpieza final también en el resto de residencias.

Para la revisión final de la residencia tienes dos opciones: que pasen por tu habitación una mañana cuando tú estés presente y puedas quejarte en caso de que lo necesites, o que la hagan cuando ya te has ido y no tengas la oportunidad de saber por qué te van a cobrar.

El principal inconveniente de la primera opción (la que escogí yo) es que cuando la revisan, todas tus cosas tienen que estar fuera de casa, incluyendo comida y cualquier otra cosa que no sepas dónde dejar en ese momento. Eso significa que tienes que tener la posibilidad de poder dejar tus cosas y pasar la noche en otra residencia o habitación a no ser que te revisen el cuarto el mismo día que te vas, algo casi imposible teniendo en cuenta que hay que pedir la revisión con unas semanas de antelación, y que además no recomiendo por si te cambian el horario de visita en el último momento.

Por otro lado, la mayor desventaja de la segunda opción es que sin estar presente durante la revisión, pueden cobrarte lo que ellos quieran sin que tengas posibilidades de quejarte por ello, como he dicho. Y creedme si os digo que probablemente vayáis a quejaros de alguna de las cosas que pretenden cobraros. Lo entenderéis si seguís leyendo y veis lo que me cobraron a mí.

Dicho esto, os voy a dejar una lista de cosas que a mí me hicieron pagar a pesar de que no fui yo quien creó ninguno esos desperfectos, solo por no avisar de ellos al principio como dije que se debe hacer en una de las entradas anteriores.

Entraron por la puerta y nos preguntaron de dónde veníamos (como dije ya en otra entrada, vivía en un doublet o piso compartido con una amiga de clase) y con toda la cara del mundo, el revisor nos dijo que siendo españolas ya sabía exactamente dónde tenía que mirar para sacar pegas a la exhaustiva limpieza que habíamos hecho durante los dos días anteriores.

Eso significa que ellos saben perfectamente en qué van a poder cobrarte antes de entrar ni siquiera a tu habitación y ver cómo está. El caso es que lo que revisó primero fue el fondo del WC, que nos cobró por no estar completamente blanco. Cuando lleguéis probablemente no lo esté, ya que como es normal, no cambian los WC cada año o semestre, así que escribidlo en vuestra carta de quejas para que no os lo cobren como me pasó a mí.

Además los que te revisan la habitación suelen ser por lo general muy bordes. Es posible que sean las personas más bordes, sino las únicas, que me encontré en Aarhus y en general en todo el país durante toda mi estancia. Y no es solo que sean bordes, sino que además actúan de tal manera que parece que se están riendo de ti en tu cara porque saben que te están timando. Y no hay nada que dé más rabia que eso cuando te lo has currado para que no sea así.

También nos cobró por no haber movido el frigorífico para limpiarlo por detrás. Decidme vosotros quién está en una residencia cuatro meses y se pone a mover el frigorífico de su cocina para limpiar por detrás, porque yo no conozco a nadie que lo haga, la verdad. Ni siquiera creo que lo hiciesen ellos antes de que nosotras llegáramos a la residencia.

Otra de las cosas por las que nos cobraron fue por el extractor de humo de la cocina, que nos decía que estaba sucio cuando no funcionó ni un solo día desde que llegamos, y por un hueco del baño que tenía polvo.

Y por último y por lo que más pagamos fue por perder una de las llaves de la lavandería. Resulta que el llavero que te dan se abre, y cada dos por tres se nos caía la llave. Así que por más que intentamos que no se saliese de su sitio, se acabó perdiendo. Intentamos decirles que solo nos habían dado una al llegar, pero como era normal, no coló (como éramos dos, cada una  tenía una llave, pero nosotras las teníamos siempre todas juntas).

En total pagamos alrededor de 50€ entre las dos personas que vivíamos, que podría haber sido mucho más si no hubiésemos limpiado como lo hicimos. Un compañero de nuestra clase tuvo que pagar casi setecientos euros por quemar levemente una parte de la moqueta con una vela.

Nosotras decidimos lavar las cortinas, limpiar las ventanas, quitarle el polvo a las lámparas que iban colgadas al techo...Y el revisor miró todas esas cosas al detalle, así que todo lo que creáis que puede ser un punto estratégico donde os revisen, arregladlo o limpiadlo para evitarlo.

Así que sí os recomiendo que, aunque sea el peor plan del mundo en vuestra última semana de erasmus y solo queráis disfrutar de vuestros últimos días, paséis algunas horas limpiando vuestra habitación si no queréis soltar todavía más dinero del que habéis soltado en vuestros meses de erasmus, porque ellos no van a tener ningún tipo de reparo en quitaros vuestro dinero.

Y es que quedó totalmente confirmado eso de que ellos no pagan a una compañía de limpieza cuando te vas de la habitación, porque lo que pretenden es que sean los anteriores inquilinos los que le faciliten el trabajo y limpien para no tener que pagar ellos a una compañía. Así, si no has limpiado algo, a ti te quitan dinero y los siguientes inquilinos se lo encuentran tan sucio como lo habías dejado porque el dinero se lo quedan ellos en vez de pagar a una compañía que lo limpie.

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