Castelo de Almourol

Hoy vamos a descubrir uno de los mejores castillos de Portugal, no es el más grande pero tiene una cosa que ninguno de los demás castillos en Portugal tiene y es que el castillo de Almourol se encuentra en medio de una pequeña isla.

Cómo llegar

La gracia de este castillo es el cómo llegar, y ¿cómo se llega? Pues con una pequeña barca que nos costará apenas 2 euros (ida y vuelta) para desplazarnos hasta allí, la verdad es que merece mucho la pena y es un precio inmejorable. La mejor manera será llegar en coche hasta Vila Nova da Barquinha.

También se puede ir en tren, desde Coímbra cogeremos un regional hasta la estación de Entroncamento que costara 5 o 6 euros, no demasiado por la distancia y luego, o autobús o otro tren hacia Tomar, bajando en la primera estación que es la de Vila Nova da Barquinha. La estación está a cinco o seis minutos de donde salen las barcas en dirección al castillo de Almourol.

Un poco de historia...

No se sabe exactamente la fecha del castillo aunque algunos restos lo datan del Imperio Romano hacia el siglo I a.c. Luego fue ocupado por los alanos y visigodos, y más tarde por los musulmanes que le dieron el nombre de Al Morolan (que significa piedra alta en castellano).

Pasó a manos portuguesas cuando Dom Afonso Henriques I (Alfonso Enríquez I de Portugal en castellano), primer rey de Portugal conquista el castillo en el año 1129 a manos de los musulmanes.

Este castillo pasó a la Orden de los Templarios como el castillo de Pombal que ya expliqué en artículos anteriores, ellos se encargaban del territorio entre los ríos Mondego y Tajo, donde se situaba el castillo. Se convirtió en un lugar estratégico, controlando todo el comercio marítimo que pasaba por el Tajo.

Como curiosidad indicar que el libro de caballerías de "Palmeirín de Inglaterra" se basaba en este castillo, la importancia del libro es tal que aparece nombrado en la obra maestra de "Don Quijote de la Mancha".

Poco a poco, Portugal fue ganando territorio al sur por lo que el castillo fue perdiendo importancia y además, en el siglo XII, por decisión política, la Orden de los Templarios se extingue y ocupa el castillo la Orden de Cristo. Pero los siglos siguientes pierde esa importancia al dejar de ser un lugar de frontera, sufriendo varios cambios.

El terremoto de 1755, que destrozó Lisboa, también afectó al castillo de Almourol y sufrió también otras alteraciones debido al ideal del romanticismo en el siglo XIX que le añadieron a las murallas almenas y cresterías.

A mitad del siglo XIX fue entregado al ejército portugués, ya que había un lugar de entrenamiento en la cercana población de Tancos.

Ya en el siglo XX, fue nombrado Monumento Nacional por Decreto de 16 de julio de 1910. En la dictadura de Salazar, denominado este período en Portugal como Estado Novo (Estado Nuevo, literalmente en castellano) fue adaptado como residencia oficial de la República Portuguesa, produciéndose bastante eventos oficiales en este lugar. El castillo sufriría alteraciones en los años 40 y 50 por esta razón.

En el año 2006 se crearían las pequeñas embarcaciones para así explotarlo el lugar turísticamente y en el año 2013 y 2014, hubo diversas restauraciones del castillo.

El castillo

Ya he indicado algunos lugares que no se merece tanto turismo como el Manneken Pis o el Jardín Botánico de Coimbra, pero este lugar es lo contrario. Se encuentra en una zona relativamente turística, cercana al Monasterio de la Orden de Cristo de Tomar (y del que ya hablaré otro día) que es una de las maravillas de Portugal.

Seguramente por ese relativa cercana fecha (2006) de explotación turística hace que no sea de los lugares más conocidos porque el lugar se merece muchos más turistas de los que tiene.

Como ya he indicado, uno con una pequeña barca se desplaza, el coste irrisorio de 2 euros hace que uno ni se lo plantee no ir. Viajaremos por una parte del Tajo, un paisaje precioso ya que no es un lugar muy denso en términos de población. Se pueden ver pequeñas casas en ambos lados del Tajo pero no dejan de ser pueblos pequeños.

La segunda fotografía muestra la población de Vila Nova da Barquinha que tampoco es que ocupe mucho y el resto de vegetación, existen otros pueblos pero no aparecen en la fotografía aunque son más pequeños.

Cuando lleguemos a la pequeña isla, saldremos del embarcadero y no tendremos el castillo delante ya que deberemos subir una pequeña senda. La senda muy bien cuidada al igual que el resto de la vegetación, uno puede dar un paso por las murallas exteriores sin ningún problema.

Como ya he explicado antes, el castillo ha tenido muchas remodelaciones a lo largo de la historia, y ello se nota en las murallas que han estado muy restauradas sobre todo comparándolas con las del castillo de Pombal y eso que este último también ha tenido sus restauraciones.

El castillo se divide en dos partes, las murallas mismas del castillo de Almourol, y la torre de homenaje o torreón que fue recientemente restaurado. Al igual que en otros castillos de Portugal, hay nulas barreras de seguridad por lo que si uno va por la muralla debe tener mucho cuidado de no caerse.

Ambas partes nos mostrarán el paisaje tan encantador del lugar. Obviamente, desde la torre del homenaje está un pelín más alto pero en general, hay hermosas vistas desde todas las partes.

También recomiendo un poco, estar un rato ya sea en alguna parte de las murallas o en la torre del homenaje en silencio, gozando de las vistas, el aire en el rostro, ver el atardecer. Uno entiende porque el castillo se convirtió en uno de esos lugares clave en el romanticismo portugués y es que está en una posición inmejorable.

Como críticas, la que he dicho antes de la falta de barreras y por supuesto, un cartel no estaría mal indicándonos las partes del castillo o la historia del lugar. Por supuesto, si además está en inglés y español, sería lo ideal.

Su interior en si mismo no tiene nada, más allá de las murallas y la Torre del homenaje. Tampoco es que sea un castillo muy grande, por lo que mejor ir con calma.

En definitiva, el castillo de Almourol es de esos lugares únicos de Portugal y parada obligatoria. Yo fui con la ESN, una organización juvenil presente en Coímbra, pero si no os lo ofrecen el viaje, ir en coche, en tren o en autobús porque es un lugar especial, romántico y precioso.

Sin duda, el castillo de Almourol es de parada obligatoria para cualquier Erasmus que se encuentre en Portugal.