La crisis hace que crezca el número de solicitudes de Erasmus

Pese a lo que podríamos pensar en un inicio parece que la crisis ha animado a un mayor número de estudiantes a aventurarse y salir de sus países de origen para hacer un Erasmus fuera.

Sí, como lo oyes. Porque, a pesar de que las ayudas económicas que se suelen dar para este tipo de programas de movilidad no son especialmente elevadas y muchos necesitan el apoyo económico constante de sus padres o tienen que buscarse un trabajito de media jornada para poder sufragar los gastos que se producen en sus meses de estudio fuera del país, la falta de buenas perspectivas laborales en un futuro próximo dentro de nuestras fronteras obliga a los más jóvenes a intentar labrarse un porvenir fuera.

Como aquellos que hace décadas viajaban hacia otros países de Europa para encontrar trabajo, pero en este caso para estudiar y con un breve pero importante colchón económico de la beca (unos 300 euros) con los que al menos podemos desenvolvernos al comienzo de nuestro Erasmus.

De este modo, en tiempos de crisis los jóvenes de nuestro país aprovechan para mejorar sus estudios con una experiencia internacional (cosa que posteriormente siempre da puntos en un proceso de selección a la hora de encontrar trabajo), aprenden o mejoran un idioma y viven una experiencia que, desde luego, no podrán volver a vivir. Además, esta oportunidad les ofrece la posibilidad de intentar labrarse un futuro también en el país de destino, por lo que siempre pueden volver allí para intentar buscar trabajo en un futuro.