5 motivos para visitar Padua

Os quiero hablar de mi ciudad "natal" o por lo menos, donde he vivido la mayor parte de mi vida: Padua.

Es una pequeña pero hermosa ciudad, que vale absolutamente la pena visitar. Es una ciudad del Véneto cercana a otras ciudades italianas igualmente bellas como Venecia, Verona, Vicenza, Treviso...

Se encuentra en una posición ideal para poder acceder a otros destinos cercanos. Quién va a Venecia, en general la ciudad más conocida y visitada, no puede sin duda irse sin pararse en esta ciudad histórica, conocida también como “ciudad de San Antonio”, el santo que vivió allí durante muchos años y en la cuál, ante la basílica del mismo nombre, se conserva su cuerpo. Por este motivo vienen muchas personas aquí de peregrinaje pero una vez que llegan, más allá de ser cautivadas por la Basílica, quedan sorprendidas también por la belleza y grandeza del Prato della Valle, una de las plazas más grandes de Europa.

Podría hablar hasta el infinito para describir la belleza de esta ciudad pero hoy os hago un resumen en 5 puntos de los motivos más evidentes para visitar Padua.

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Belleza cultural e histórica

Padua encierra lugares magníficos llenos de historia y cultura. Hay muchos sitios para elegir donde ir en primer lugar. Es una verdadera ciudad de arte, rica en monumentos. Entre los nombrados anteriormente está la Basílica del Santo y el 'Prato della Valle' pero además de estos hay muchos otros: la Capilla de los Scrovegni, que representa uno de las obras maestras de Giotto, la Iglesia de los Eremitani, el Museo Cívico a los Eremitani, el Palazzo della ragione, el Caffè Pedrocchi, el Palazzo Bo...

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Una ciudad llena de vida

Los habitantes locales, es decir, los paduanos (o patavinos) también se les llama "grandes doctores" lo que deriva del hecho de que la Università di Padova es una de las más antiguas y prestigiosas de Italia, donde incluso el gran Galileo Galilei obtuvo una cátedra ya hace unos siglos. Es también la universidad donde van miles de estudiantes provenientes de toda la península y fuera de la misma. Por este motivo es cuna de estudiantes italianos y extranjeros que hacen la ciudad más viva y joven. Entre sus calles y plazas principales hay siempre un va y viene de jóvenes intentando caminar entre facultades o yendo al bar donde tomar un “spritz”, nacido precisamente entre esta ciudad y Venecia. No podéis iros sin probar el aperitivo por excelencia de Padua, quedaréis entusiasmados. Es también por esta razón que la ciudad está dotada de instalaciones recreativas donde la gente puede ir en su tiempo libre o por la noche, desde de una jornada de trabajo o de intenso estudio. El ayuntamiento, por otra parte, a menudo organiza eventos de diferente temática y muy interesantes. Son ocasiones para no perderse.

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Una ciudad verde y adaptada para ir en bici

¿Cuál es la mejor forma para conocer una ciudad? Hacer largos paseos y perderse entre sus callecitas más desconocidas para descubrir rincones poco conocidos y con un encanto sorprendente. Siendo una ciudad pequeña, es posible recorrerla a pie o en bicicleta, dado que hay carril bici por todos lados y bicicletas públicas muy baratas, ya sea con buen tiempo o un día de lluvia. ¿Sabéis por qué? La ciudad ofrece sitios cubiertos debajo de sus numerosos soportales situados por todas partes, pórticos que tienen una larga historia y características artísticas singulares ya que cada uno de ellos tiene un estilo diferente al otro. Así que cuando caminéis debajo de ellos, no olvidéis mirar hacia arriba para admirar sus arcos y columnas.

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Padua está dotada de espacios verdes con bancos donde sentarse después de un largo paseo y pararse para descansar un poco, pero el lugar que merece la pena absolutamente visitar por su patrimonio ambiental es el Jardín botánico, uno de los jardines más antiguos que alberga plantas centenarias, poco comunes y conocidas. Por el carácter único de las especies de plantas que tiene, el Jardín botánico ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO así que merece ser visitado. Necesitáis un par de horas para ir con calma porque debéis están un tiempo allí dentro, si queréis hacer una vista más detallada.

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Gastronomía paduana

Entre las plazas más conocidas hay que nombrar, además del 'Prato dela Valle', la Piazza Cavour, la Piazza dei Signori, delle Erbe y della Frutta, las cuáles están llenas de bares y restaurantes, donde los paduanos van normalmente a tomar un spritz o un café. Para un delicioso spritz basta ir a una de estas plazas pero para un café diferente, que es una verdadera delicia para el paladar y con un sabor intenso, recomiendo encarecidamente probar el “caffè pedrocchi”, que se puede tomar sólo en la cafetería histórica del mismo nombre, el Caffè Pedrocchi. Es un 'espresso macchiato' con crema con sabor a menta y con cacao espolvoreado por encima. Hay que probarlo sin mezclarlo ni echarle azúcar.

En el casco antiguo de Padua se puede probar también el café más caro del mundo. 10€ por una tacita, que se llama Kopi Luwak. Está en venta sólo en el bar Cadò que está en Via degli Scrovegni. ¡Id si queréis probar la locura de gastar 10 € en menos de un minuto!

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Os nombro también alguna "comida de calle", que hay que probar si o sí al menos una vez en Padua: los 'folpetti' y otras delicias de mar desde el muelle de “La folperia”, que llega todos los días a mediodía en Piazza della Frutta, el bocadillo con la 'porchetta' y otros 200 bocatas "Dalla Zita", un local pequeñísimo situado en Via Gorizia, una gran variedad de sandwichs en "Bar dei Osei", un local del "Sotto Salone", que en cambio está situado fuera y dá a la Piazza della Frutta y, por último, los dulces de "Racca", que son verdaderamente una delicia.

Si por el contrario queréis comer algún plato más contundente, entonces probad el gran 'bollito alla padovana Da Giovanni', que es uno de los platos más conocidos de la cocina de Padua. Por otra parte, en plano centro, en Antica Trattoria dei Paccagnella, es posible degustar los platos típicos del lugar.

Localización ideal

Saliendo del centro histórico es posible ir a lugares cercanos que tienen otro tanto que visitar:

• El Parco Regionale dei Colli Euganei que ofrece un panorama impresionante entre los castillos y las abadías que llenan esta zona.
• Las Villas del Brenta o Villas Venete que forman parte de las mansiones históricas más fascinantes de Italia.
• Arquà Petrarca que forma parte del Club de los pueblos más bellos de Italia y donde está situado el Laghetto della Costa, perteneciente a la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Aquí es posible disfrutar de la tranquilidad del paisaje y visitar la casa del poeta Francesco Petrarca.
• Las piscinas termales, Abano Terme y Montegrotto donde muchos turistas van durante todo el año para disfrutan en las Termas Euganee que son una verdadera fuente de salud.

Más allá de estos lugares cercanos, gracias a su posición central en el Veneto, desde Padua es posible conectar con otros lugares utilizando los propios medios pero también transportes públicos como tren y autobús; de hecho desde la ciudad está fácilmente accesible Venecia y sus islas para pasar un día en el mar o si se prefiere el lago de Garda que está a unos pocos kilómetros.

Como habréis leído hay mucho que ver, aunque sea una ciudad pequeña. No me sorprende de que sea considerada una de las ciudades más bonitas del Veneto porque vende mucho. Cada uno de sus visitantes queda fascinado, como si esta ciudad estuviera rodeada de magia que enamora a la gente.

¡Venid y os aseguro que no os decepcionará!

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