Palacio de Cristal

Caminando me encontré un Palacio de Cristal...

Me encontraba caminando por El Retiro, que a mí parecer es como el Central Park de Madrid. El parque enorme, y precioso; por un momento pensé que no podía ponerse más hermoso hasta que vi el Palacio de Cristal. A lo lejos se ve tan elegante, tan delicado, como si dentro de él hubiera algo muy especial... vaya que lo había!

El Palacio de Cristal forma parte de la segunda sede expositiva del Museo Reina Sofía. El palacio ya tiene sus años... ya que fue construido en 1887 por Ricardo Velázquez Bosco.

Se preguntarán por qué está hecho de cristal. Originalmente fue construido como invernadero para la Exposición de Flora de las Islas Filipinas, es por eso del uso de las columnas de hierro colado y las superficie de cristal.

Desde hace tiempo se ha caracterizado por ser utilizado como sede de exposiciones artísticas, recientemente contemporáneas.

Frente al palacio hay un hermoso lago y se encuentra rodeado por las áreas verdes tan características del Retiro. Sus techos altos, sus acabados finos y la luz permite tomar fotos de excelente calidad, dándole una apariencia tan frágil a semejante construcción.

Tuiza: Las culturas de la jaima

Estaba distraída y enamorada de la estructura del Palacio de Cristal, y ha llamado mi atención una serie de franelas coloridas colocadas como si fuera una casa de campaña, aunque no ocupan todo el palacio, ocupan la parte central.

Me encontraba bajo una de las exposiciones temporales de tanta riqueza cultural del Museo Reina Sofía.

Esta exposición llevada a cabo por Federico Guzmán, refleja y comparte el lugar tradicional de los nómadas del desierto, una inmensa jaima que en esta ocasión cubre gran parte del palacio. El techo de la jaima se conforma por "benias", que son tejidos multicolores con estampados de diferente tipo. Los laterales que juegan el papel de paredes son as "melhfas", que es la vestimenta tradicional saharaui, utilizadas por las mujeres de Bojador.

Este es un gran trabajo colectivo y de mucha solidaridad. Para construir esto se apoyan y participan entre todos, lo que en el dialecto árabe (hassanía) significa "Tuiza", precisamente el nombre de la exposición.

Hágamosle el honor a Federico Guzmán de usar este espacio para lo que fue construido, para fomentar la hospitalidad y la conversación entre culturas, que en Madrid eso no será para nada un problema. Dentro de la jaima hay sillones forrados de más benias para poder sentarte y platicar, así como la venta de distintos recuerdos hechos a mano y de bebida típica cuyo costo es el que desees dar para apoyar al señor que la está vendiendo.

No te pierdas de los eventos culturales que se realizarán en la jaima, como cuento de poesía, ceremonias de té, conferencias y proyecciones de cine.

¿Cuándo?

Estará expuesto del 16 de abril al 30 de agosto del 2015. Abierto mientras permanezca el parque abierto.

¿Precio?

¡La entrada es gratuita!

Cosas para tener en cuenta...

• No puede hacerse uso del selfie stick dentro de la jaima.
• Tendrás que recorrer gran parte del parque del Retiro a pie, ponte ropa cómoda, mucho bloqueador, lentes, y gorra.
• Lleva tu botella de agua, hay muchos lugares para rellenarla.

El Palacio de Cristal se construyó en 1887 por el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco con la finalidad albergar una muestra de flora tropical con motivo de la Exposición General de Filipinas. Después de ese evento se conservó en el recinto original que lo albergó, el Parque del Retiro. Uno de los lugares más agradables para pasear al aire libre en Madrid.

Desde 1990 hasta la actualidad forma parte de las sedes del Museo de Arte Contemporáneo Reina Sofía. Se construyó con el objeto de exhibir realidades distintas e directa o indirectamente, sigue manteniendo esa dirección.

Palimpsesto

Palimpsesto, era referido a pergaminos que se reutilizaban borrando lo que anteriormente se había escrito y realizar sobre este un nuevo texto. Y es así, como Doris Salcedo, la autora de la obra que se encuentra en el Palacio de Cristal, nombra su exposición: Palimpsesto.

Doris Salcedo es una artista colombiana formada en dos latitudes distintas, Bogotá y Nueva York. De base es escultora y su trabajo está situado en la “poética del duelo”.

En el caso de Palimpsesto, se centra principalmente en las huellas del olvido y hace un entrecruce de remembranzas con los nombres que surgen de esa ligera huella para traerlos a la memoria. Los nombres de las excluidas y excluidos que se encuentran en todas partes y en ninguna de nuestras sociedades.

Al entrar al recinto, ya de por si simbólicamente “sagrado” por funcionar como espacio museístico, te permite mantener la ritualidad que en ocasiones el arte se dota, mantener una postura reflexiva y jugar con ello. El Palacio se convierte en una especie de mausoleo que te permite seguir el ritual del espacio sagrado, siendo político a la vez.

El mensaje llega directo, me parece, si te permites entrar en el ritual. La obra, enuncia una sutil manera de jugar con la vida y la muerte. Son huellas no de la memoria, si no del olvido. La obra estéticamente dispuesta me lleva a preguntarme: ¿será una estilización de lo político o mediante de lo bello que podemos llegar a otro tipo de sensibilidades?

Estamos en constante cruce y recorrido entre memoria y olvido. Pasamos por lugares de memoria que pertenecen al olvido ¿que necesitamos olvidar o necesitaríamos recordar? ¿Dónde se delimita una y otra? ¿Quiénes condicionan el olvido y quiénes la memoria? ¿con qué objetivos?

¿Quiénes querrían ver el surgimiento del nombre sobre el piso y no la ven y quiénes la encuentran de frente sin esperarlo?

Estas reflexiones llegaron a mí mientras deambulaba por la muestra de Doris, tratando de imaginar y pronunciar tantos nombres que resurgían y que habían permanecido en el olvido. No digo que la obra en sí es suficiente para traerlos de vuelta, pero los dotamos de existencia, de movimiento y de presencia en un mundo que no debería permitir que el olvido fuera en vano.

• Todas las fotografías son de mi autoría