Un domingo en el Parc de la Tête d'Or

Publicado por flag-mx Nuri Mercury — hace 8 años

Blog: Estudiar en Francia
Etiquetas: flag-fr Blog Erasmus Lyon, Lyon, Francia

Este fin de semana, una amiga vino a visitarme. Llegó el viernes en la noche y se fue el domingo, también por la noche. El sábado salimos a dar la vuelta. Fuimos a la Croix Rousse y a los quais de la Saône, para terminar nuestra caminata en Bellecour.

El domingo por la mañana, como la noche anterior tenía trabajo que hacer, no me levanté temprano. Así que ella sola se fue al mercado de la Croix Rousse y después fue a Fourvière y al Viejo Lyon. ¡Me dijo que todos esos lugares le encantaron!

Con ganas de salir a dar la vuelta…

Yo no pude acompañarla porque estaba cansada a causa de la noche anterior y porque (¡todavía!) tenía trabajo que hacer >.< Pero quería salir un rato, no tenía ganas de pasarme todo el día encerrada en casa, ¡sin ver la luz del día ni sentir el aire fresco de Lyon! (Ay, qué poética fui :p)

Así que a eso de las cinco, seis de la tarde, le mandé mensaje preguntándole dónde podía alcanzarla :D Yo súper emocionada, porque saldría un rato a distraerme de todo lo que tenía que hacer… Pero, ¡oh, sorpresa! Cuando me di cuenta, me había escrito para decirme que, de hecho, ya venía en el camino de regreso :(

Un domingo en el Parc de la Tête d'Or

Camino al parque... ¡cuando aún había sol! ^^

Como no quería quedarme aquí sin hacer nada, le dije que fuéramos al Parque de la Tête d’Or. Le dije que no tardaríamos en llegar y que era un lugar muy bonito que también debía visitar. (No, no es que fuera egoísta y que quisiera salir a pasear con ella a toda costa, sólo quería que viera otro rincón de Lyon :D Bueno, y la verdad que sí tenía muchas ganas de salir jajaja).

Pues el caso es que regresó aquí un rato, descansó y salimos nuevamente ^^ Nos dirigimos hacia el parque… ¡pero ya estaba haciendo frío! A diferencia del día anterior, el día no había estado tan bonito. No había hecho tanto sol y, a esa hora, ya había algo de frío. ¡Lo bueno que me abrigué bien! ^^

Consejo: en Francia, no es bueno que se confíen del clima… el que haya un día soleado y caluroso al principio de la primavera, no significa que será así el resto del tiempo x) Así que chequen la temperatura antes de salir para abrigarse adecuadamente y que disfruten al máximo de su paseo… ¡no vaya a ser que se congelen! Me ha pasado…

Nuestro paseo…

Pues bueno, llegamos al parque. Entramos por la entrada que se llama “Enfants du Rhône”. La traducción es “Hijos del Ródano”. El Rhône es, como ya lo deben saber, uno de los dos ríos que atraviesa Lyon. Si se preguntan por qué se llama “Hijos de…” es porque en esa entrada hay un monumento dedicado a los soldados lyonnais que murieron durante la Guerra franco-alemana de 1870 (la más sangrienta antes de las dos Guerras Mundiales…).

Dejando de lado esos trágicos hechos, esta puerta me gusta mucho por su hermosa herrería. Es una graaaan y alta reja que está pintada de verde y tiene detalles dorados. Mi amiga, al verla, dijo que ese tipo de decoración es muuuy francés. Con toda esa exuberancia. A mí me gusta mucho y yo creo que, casi cualquiera que la vea, pensará lo mismo :)

Ya he escrito antes sobre el Parque de la Tête d’Or, así que no me detendré en explicaciones sobre sus detalles o las diferentes secciones que pueden ver ahí. Sólo les platicaré rápidamente lo que nosotras vimos e hicimos ese día.Les puede dar ideas para un futuro paseo ^^

Un domingo en el Parc de la Tête d'Or

Uno de los caminos del parque: había familias con niños jugando, parejas, deportistas... ¡de todo! :)

El lago, los patitos, los gansos y las flores…

Entramos por ese acceso y tomamos el camino a la izquierda. Fuimos caminando al borde del lago.Vimos que había muchas personas haciendo ejercicio, a pesar de ser domingo y de que, con el frío que empezaba a hacer, más bien ganas daban de estar calientito en casa… yo ya estaba casi arrepintiéndome de haber querido salir jajaja (no, pero bueno, al final disfruté de la salida :) ).

Un domingo en el Parc de la Tête d'Or

Al borde del lago... nos hubiéramos quedado un rato sentadas en esa banca, pero hacía más bien frío. De no haber seguido caminando, tal vez nos habríamos congelado un poco :P

Vimos también que había gansos y patitos. Lástima que no teníamos pan para poder alimentarlos. Seguimos por ese camino, al borde del agua, pero a lo lejos vimos unas flores amarillas… así que decidimos ir a verlas de cerca, porque ya desde lejos se veían muy bonitas.

Un domingo en el Parc de la Tête d'Or

Las flores que vimos: narcisos blancos con el centro amarillo... ¡había muchos! Estaban protegidos por una cuerda que delimitada el área accesible para las personas. Qué bueno, porque sino, tal vez caminarían sobre ellos y no habríamos podido verlos florecer :)

Se trataba de unos bellos narcisos. Estaban muy cerca de una especie de monumento que (me parece) se llama “La humanidad y la fraternidad empujando al mundo”. Ya lo había visto antes, pero nunca me había detenido a observarlo bien. Mi amiga fue lo suficiente curiosa (y observadora) como para darse cuenta de que solamente el continente europeo estaba representado correctamente x) América era solamente una “plasta” de metal en donde medio se veía México… ¡y ni se diga de Australia! Que ni siquiera aparecía, jajaja Creo que hablar de hermandad y no poner a todos los países… no es súper, eh :P

Un domingo en el Parc de la Tête d'Or

El famoso monumento, ¿alcanzan a distinguir Europa? Bueno, en realidad, sólo se ve Francia, Inglaterra e Italia, ¡ni siquiera España o Portugal! x) Creo que los que hicieron ese globo terráqueo o no sabían mucho de geografía o les dio flojera hacer bien los continentes :P

Un domingo en el Parc de la Tête d'Or

Y, señoras y señores, ¡América del Norte! x) ¡¿Y México?! ¿¡Dónde está?! >.<

El Parque de la Tête d’Or al obscurecer…

Pero bueno, no nos detuvimos más ahí y seguimos caminando. Además, nos dio más bien risa el ver eso. Cuando nos dimos cuenta, ya había empezado a obscurecer. Nunca había visto el parque con la luz de esa hora, se veía muy bonito. Además, empezaba a haber un poco de bruma, porque la temperatura había descendido.

Seguimos caminando otro poco. Mi amiga quería saber si podíamos dar toda la vuelta del parque, pero no sabía a qué hora lo cerraban. Además, como ya era noche y que, si lo hacíamos, seguramente saldríamos por otro acceso que nos alejaría de casa, estuvimos de acuerdo en que era mejor regresar.

Un domingo en el Parc de la Tête d'Or

El lago cuando la noche empezaba a caer... (creo que se ve algo tétrico con esas ramas de árboles son hojas :p Pero no, no había nada a qué temer ^^)

Un rincón asiático… ¡y el fundador del Parc de la Tête d’Or!

Caminamos aún un poco y pasamos por un pequeño puente de madera donde hay una especie de pagoda china. Debe ser en honor a ese país.

Después subimos una pequeña colina y nos dimos cuenta de que en ese lugar había un monumento al creador y fundador del parque de la Tête d’Or… ¡nunca antes había visto esa parte del parque!

Les recomiendo que vayan a esa área porque como está en ligera elevación, se tiene una vista de la ciudad. No se trata de una vista panorámica como las de Fourvière o las de la Croix Rousse, pero desde ese punto sí que se puede distinguir la Basílica de Fourvière y la Torre Metálica de al lado. Apuesto a que, desde ese punto, debe ser un muy buen lugar para disfrutar de un atardecer:)

Un domingo en el Parc de la Tête d'Or

Una área de flores, con las lámparas nocturnas :) ¡Más narcisos! Amarillos y blancos ^^

De regreso a casa…

Después de eso, no tardamos en regresar. Emprendimos el camino hacia la salida, hacia el mismo acceso por el que había entrado. Cuando nos dirigíamos ahí, una señora nos preguntó si sabíamos a qué hora cerraba el parque… le dijimos que no sabíamos (¡a buen árbol se arrima! X) ).

Volvimos a pasar por el camino donde se encontraban los narcisos, vimos de nuevo el monumento y el lago con los gansos que se preparaban para pasar la noche… Al llegar a la Porte des Enfants du Rhône, vimos que las mismas personas que estaban haciendo ejercicio cuando llegamos, estaban haciendo movimientos de estiramiento, para terminar su rutina.¡Vaya que eran bastantes personas!

Un domingo en el Parc de la Tête d'Or

Otra vez los narcisos, no pude dejarlos de ver antes de regresar a casa :)

Conclusión

Finalmente, fue una salida corta pero muy agradable. Debo confesar que hacía tiempo que no iba al Parque de la Tête d’Or… honte à moi ! Pero con ese pequeño paseo, me di cuenta de que incluso una caminata de menos de una hora es una muy buena alternativa para relajarse en domingo… ¡o en cualquier otro día! :)


Galería de fotos


Comentarios (0 comentarios)


¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?

Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!

¡Quiero crear mi blog Erasmus! →

¿No tienes cuenta? Regístrate.

Espera un momento, por favor

¡Girando la manivela!