Le Beaujolais: comida de clausura del Marathon International (Parte III)

Publicado por flag-mx Nuri Mercury — hace 8 años

Blog: Estudiar en Francia
Etiquetas: flag-fr Blog Erasmus Lyon, Lyon, Francia

Este fin de semana maratónico en el Beaujolais se terminó con una comida (sí, ¡con otra más!) y con una visita a un museo dedicado nada más y nada menos que al vino. He aquí mi reporte sobre lo que presencié y aprendí en ese lugar :)

Como ya lo había mencionado, el ahora ya tradicional Maratón Internacional del Beaujolais encadena una serie de eventos y festividades. Como clausura de este evento, este domingo fue organizada una comida en la que se reunieron maratonistas y patrocinadores. Este último evento se llevó a cabo en el museo del vino Hameau du vin Georges Boeuf. Se llama así en honor al personaje fundador del lugar.

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La entrada del museo

Para entrar en ambiente: degustación de vino… oui, Monsieur ! ^^

Llegamos aproximadamente a las 11:00 a.m. empezamos a recorrer la primera sala del museo, la cual estaba dedicada a algunos de los instrumentos y maquinarias para fabricar el vino. Sin embargo, no seguimos con todo el recorrido porque a esa misma hora había una degustación de vino en la planta alta del museo, así que fuimos ahí.

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"Beba vino y viva feliz"

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¡Vaya que había gente en la desgutación!

En la degustación era posible probar diferentes variedades de Beaujolais nouveau. Hay dos nombres que retuve principalmente. El primero fue el denominado Saint-Amour. Como ya lo habrán adivinado, en español se traduce a “San Amor”. Lleva este nombre debido a la población donde es producido, precisamente Saint Amour (¡realmente se llama así!). Me dijeron que este vino, por el nombre, en los últimos años ha tenido mucho éxito entre los consumidores de China y que… ¡hay inclusive parejas que van a casarse en esa población! ¡Bendito nombre Saint Amour!

En segundo vino cuyo nombre retuve fue Fleurie. Fleurie es justamente el nombre del lugar donde se produce, pero cabe decir que la calidad de este vino es excepcional. Cuando lo probé, dije: “Este vino sí me gusta” y la esposa de mi coach me dijo que es uno de los caros… ¡entendí entonces por qué me gustó! jajaja :P

Cuando entrabas en la sala de degustación había una mesa con copas que uno debía tomar para enseguida pasar a los diferentes stands y degustar los vinos ofrecidos.

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"Degustación: Tome su copa"

Había también unos recipientes en los cuales echabas el resto de vino que no te acabaras para así poder seguir degustando los demás, sin tener que beber todo.

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Lo que aprendí sobre cómo degustar el vino: cuando ya has probado un primer vino y que continúas con un segundo, el primer trago del segundo vino sirve a “limpiar” la boca del sabor del anterior. No es hasta el segundo trago que puedes realmente comenzar a apreciar su sabor. Había también unos pequeños panecillos que tenían a misma función, el “limpiar” el sabor de cada vino entre cada degustación distinta. Además, el comer esos panes evitaba que el alcohol se fuera más rápido a tu organismo, evitando así que se te subiera :P

La comida

Después de la degustación, llegó la hora de la comida. El museo Hameau Georges Boeuf tiene, además de sus diferentes salas de exposición, un restaurante y una boutique de recuerdos. Fue justamente en su restaurante donde se llevó a cabo la comida del Maratón Internacional del Beaujolais.

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Este es otro de los espacios de recepción del museo, no fue aquí donde se llevó a cabo la comida de las cual les hablo

Cabe decir que el lugar es bastante bonito: la decoración y el mobiliario son bastante a la francesa. Además, ¡ya había decoraciones de navidad! Eso me gustó mucho, sobre todo la decoración de copos de nieve en el techo y el gran árbol de navidad :)

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Dado que este lugar es también una sala de recepciones, cuenta también con un escenario sobre el cual se encuentra una especie de órgano y máquina musical “automática”.

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Éstas son las máquinas musicales de las cuales les hablaba ^^

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Pues este a este evento asistieron mucho menos personas que al de la noche anterior. Y es que esta comida era un tanto “VIP”: se hace principalmente en agradecimiento a las diferentes personas y organismos que patrocinaron y que hicieron el maratón. Había también algunos maratonistas pero no tantos ya que hay muchos quienes tan pronto terminan de participar en el maratón, regresan a casa.

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Vista desde la parte de arriba

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Barra del bar del restaurante... la classe !

Por otra parte, este evento no sólo fue para comer (que sí, también comimos mucho, ya más abajo les platicaré sobre el menú :D). Hubo un discurso de agradecimiento por parte de los organizadores del maratón. Además, hubo un momento en el que entregaron unos reconocimientos a algunos asistentes, por ejemplo patrocinadores o maratonistas. De esta forma, eran “bautizados” como embajadores de la festividad del Beaujolais nouveau y se comprometían a dar a conocer a su vez esta región y esta tradición.

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Yep, he aquí al organizador principal del famoso Marathon International du Beaujolais... ¡y hablaba un poco español! Fue muy simpático :)

¿Y por qué menciono esto del “batutizo”? ¡Porque hasta a mí me tocó el subir al escenario! No porque haya yo patrocinado el evento ni porque haya hecho el maratón (uy sí, yo bien deportiva x) ), sino porque consideraron que, viniendo del extranjero y estando aquí para descubrir y aprender sobre la cultura francesa, el haber presenciado estas festividades me permite el dar a conocer a mi vez la tradición del Beaujolais nouveau :)

Es algo que no me esperaba, me pareció un muy bonito detalle. Ah y cuando subí al escenario, ¡hasta me tocó decir unas pequeñas palabras al micrófono! ¡Fueron mis cinco minutos de fama! Jajaja :P Pues primero dije algo en español, diciendo que me había dado mucho gusto participar y presenciar esas fiestas. Y mi última frase fue en francés: “ Je pensais que les Français ne faisaient pas aussi bien la fête que les Mexicains… mais je me suis trompée et heureusement ! ” (Traducción: “ Pensaba que los franceses no hacían tanta fiesta como los mexicanos… ¡pero me equivoqué, y qué bueno! ”).

El menú…

En cuanto al menú, éste estuvo compuesto de tres tiempos. De entrada hubo crema de champiñones… ¡estaba rica! Después, como plato fuerte nos sirvieron “boeuf bourguignon”: es carne de res en una salsa de vino tinto. Como guarnición teníamos ensalada con vinagreta. Finalmente, llegó el postre: ópera de chocolate. No me lo pude acabar porque ya estaba algo llena :/ Ah y claro, algo más que no podía faltar después del postre, para terminar la comida: el café.

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La etiqueta francesa: el pan a la izquierda, las copas a la derecha

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Nos sirvieron la sopa en un recipiente más bien original :) Además, eso impedía que se enfriara más rápido. Lástima que no tomé fotos de todo lo demás que comimos :/

¡Ah, olvidaba mencionar algo importantísimo! ¡La bebida! Evidentemente bebimos vino. Había vino tinto y vino blanco, así como agua natural (eau plate) y gaseosa (eau gazeuse). Ah, y aprendí una superstición francesa, ligada al vino: dicen que si terminas de vaciar una botella de vino cuando la estás sirviendo… ¡te casarás en ese año!:p (Y no, no fui yo la que terminó de vaciar una botella de vino :( :P ).

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Y que esto y lo otro... ¡salud! Vino blanco y vino tinto ^^

Pues en fin el menú fue aquel de una comida a la francesa: ¡completo y abundante!

…¡y el ambiente!

Como ya lo dije antes: este fin de semana me permitió darme cuenta de que los franceses son bien fiesteros, a pesar de que creía lo contrario. Y el ambiente en esta comida no hizo más que confirmarlo.

Hubo música a lo largo de la comida. Esta vez no hubo una banda de música en vivo, sino las canciones que tocaba la “máquina de música”. Pero eso no representó diferencia alguna en el ambiente de la noche anterior. Bueno, había menos gente y no bailamos pero cuando tocaban canciones típicas populares, los asistentes las coreaban… ¡Me dio mucho gusto ver eso! Hubo incluso una canción con el coro el español que decía “¡Que viiiiva Espaaaaña!”

Conclusión

En un inicio, cuando me habían invitado a la fiesta del viernes, estaba pensando en regresar a Lyon al día siguiente, el sábado. Y es que había un concierto de la Orquesta Sinfónica de Barcelona, al cual quería ir. Entonces dudé en quedarme todo el fin de semana para la fiesta del Beaujolais. Pero sinceramente, estoy muy contenta de haber asistido y no me arrepiento en absoluto. De otra forma no habría apreciar, disfrutar y aprender más sobre la cultura francesa. Sobre todo acerca de un festejo más bien tradicional, el Beaujolais nouveau :) 


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