Segundo día en Londres: Nuestro viaje, réplica de las postales

En nuestro segundo día oficial en Londres pero el primero para conocerlo como turistas,  nos levantamos temprano para poder aprovechar nuestro día. Como sólo estaríamos tres días en Londres y ya habíamos perdido uno en el día de llegada, decidimos contratar un paquete turístico con “Golden Tours”. Fue una de las decisiones buenas del viaje en cuanto a transporte en Londres porque matamos dos pájaros de un tiro, pudimos transportarnos y también conocer en un tour guiado los lugares más emblemáticos de la ciudad.

¿Qué incluía nuestro Hop On and Hop Off de Golden Tours?

(Nuestros camiones eran azules, los esperábamos "dorados" por el nombre de la compañía de buses turisticos. Como ven, la parte de arriba está techada parcialmente para los que no aguantan tanto el frío pero quieren tener una mejor vista. Mi amiga y yo nos la pasabamos arriba, tanto en la de aire libre como en la techada cuando estábamos temblando. Mi mamá y mi prime prefifieron la parte de abajo)

Este tipo de tours se pueden contratar tanto en la página de internet aunque también nosotras lo contratamos en una tienda de recuerdos. Por ser temporada baja tuvimos un descuento especial. Usualmente cada tour cuesta 25.5 libras por persona (aproximadamente 37.39 dólares americanos) e incluye únicamente un día durante temporada alta pero durante la época en la que fuimos, que era temporada baja, incluía un día normal y uno de regalo, o sea dos días . Por esa cantidad, se nos hizo barato todo lo que incluyó: el servicio de Hop On y Hop Off (quiere decir que te puedes subir y bajar las veces que quieras del camión) con más de 60 paradas en tres rutas diferentes, el ticket que es válido para 48 horas, WiFi en todas las unidades, un “walking tour” y un paseo en bote por el Río Thames. Todos los autobuses tienen la guía turística incluida en distintos idiomas, no es como antiguamente, que los guías se subían al camión y hablaban por horas. Aquí te darán unos audífonos y podrás escuchar la guía turística en el idioma de tu preferencia. Según recuerdo, tenían más de seis horas diferentes.

Los choferes son increíblemente amables, y el camión tiene dos pisos. En el primero se encuentra todo techado y es más calientito. El piso de arriba es el más padre porque tiene las mejores vistas. Se llega a él por unas escaleras donde la mitad del segundo piso se encuentra techada y la otra mitad está al aire libre. Esto te permite observar mejor los edificios y las atracciones turísticas de Londres, que en esta ciudad casi siempre se tiene que mirar para arriba!

(En un momento, el segundo piso fue todo para nuestra amiga y yo. ¡Bendita baja temporada turística! Este viaje estuvo lleno de pura buena suerte, ¿quién se imaginaría tener un bus turístico para ti solita en una de las ciudades más codiciadas por los turistas?)

No te preocupes por el bus turístico, nosotras encontramos como tres o cuatro diferentes compañías de buses turísticos. Escoge la que tenga mejores precios y se creas que se acople mejor a tus planes turísticos, la verdad es que casi todos pasan por los mismos lugares y todos tienen un servicio de primera. En lo personal recomiendo tanto Big Bus como Golden Tours, que eran los que más paradas tenía, así como más personal para atenderte en las calles. 

Empezamos el tour ¡Qué emoción!

En nuestro primer día de tour nos ahorramos cuatro boletos en el Underground porque una de las paradas estaba a cinco minutos de donde nos hospedábamos, era la famosa parada de King’s Cross.

La parte norte de la ciudad se encuentra un poco retirada de la parte turística de Londres, donde se encuentra la Torre de Londres y el Puente de Londres. Hicimos aproximadamente como 45 minutos en el bus turístico para llegar hasta la zona turística que nos interesaba. Pero el tiempo realmente no fue de tanta importancia porque durante todo el camino la guía turística estaba encendida, por lo que nos decían lo que había detrás de la construcción de un parque tan pequeño que tu ni te imaginarías que tuviera relevancia histórica.

(Pasando por el Puente de la Torre de Londres.)

Para llegar al centro, tuvimos que pasar por la zona de negocios o financiera, que es muy bonita, elegante y con edificios que te roban el aliento. Conforme nos fuimos acercando al centro, parecería que nos metían en una máquina del tiempo para retroceder a la bella ciudad que vio nacer la revolución industrial. La zona más vieja de Londres, donde se encuentra una de las ciudades más importantes y antiguas del mundo.

(Para mi gusto, esto se ve muy antiguo pero espectacular. ¿No piensan que se parece a una escenografía estilo Harry Potter?)

En el tour pudimos visitar muchas atracciones, sobre todo las más importantes. Pasamos por el puente de Londres en el bus turístico, aunque lamentamos no haberlo caminado a pie para poder apreciarlo mejor y disfrutar de una vista increíble. Como después de haber pasado por el Puente de la Torre de Londres, quedaba muy muy cerca la Torre de Londres, decidimos bajarnos ahí y conocerla. Al final, no entramos porque costaba la entrada 22.5 libras por persona, que vendrían siendo 30.25 dólares americanos al tipo de cambio de hoy. Eso era muy alejado del presupuesto planeado para el viaje, por lo que decidimos disfrutar de atracciones que fueran más baratas. Para la otra que vayamos, creo que sería buena idea comprar el London Pass, que es un pase que puedes comprar por los días que sean, ya sea por uno, dos, tres o seis días. Con este pase puedes entrar de manera gratuita a las atracciones más importantes de Londres, aunque a decir verdad eso ya venía cobrado con el pase. En muchas atracciones, y sobre todo cuando es verano, hay muchísimos turistas en Londres, así que se suelen hacer largas filas. Con el London Pass no tendrás que esperar para pasar, ya que tienen una opción de “fast track entry” para que no tengas que perder tiempo parado en la fila. Para ayudarte con el transporte, te apoyarán con una Oyster Card, que te facilitará la vida si te quieres transportar por el Underground de Londres.

El camión da muchas vueltas por todos los lugares que hay que ver en Londres, de verdad que no se pierde ni uno sólo. Es por eso que después pudimos llegar a el Palacio de Westminster que es mejor conocido como “El Parlamento”.

(Mi madre y yo frente al Palacio de Westminster y la Torre del Reloj. Ese día fue único porque estuvo muy soleado a pesar de ser invierno, si algo debes de saber es que en Londres es común encontrarse con días lluviosos y muy nublados.)

Tampoco entramos aquí pero su historia fue sumamente interesante. Cerca de este lugar nos tocó observar una protesta, justo en frente a la catedral “Westminster Abbey” que fue donde se casó el Principe William con Kate Middleton. Desde esa boda, la cantidad de turistas que quiere entrar aumentó demasiado, pero en el Reino Unido y en Irlanda los museos podrán ser gratuitos pero la entrada a las iglesias no, así que decidimos no entrar.

(La protesta que les comenté. Frente a Wesminster Abbey.)

El punto turístico importante que sigue después de visitar Westminster Abbey es otro de los famosos palacios que tiene Londres aparte del de Westminster y sí, si se te viene a la mente el palacio de Buckingham entonces estás en lo correcto. Nuestra próxima parada fue en el Palacio de Buckingham, famoso por ser el hogar de la realeza inglesa. Creo que ese día tuvimos un poco de mala suerte, porque estábamos dispuestas a pagar un boleto de entrada, sin importar el costo, sin embargo el palacio no está abierto al público siempre, solamente cuando la reina no está y eso suele ser en verano más no en invierno, que fue cuando nosotros decidimos ir. Afuera del Palacio podrás encontrar los horarios de los siguientes cambios de guardia, que si no mal recuerdo ocurren todos los días a las 10:00am, por lo que ya había pasado el primero hace unas horas y decidimos que volveríamos al siguiente día para presenciarlo.

(Había mucha gente para ser una temporada baja en Londres, para ser un artes del mes de enero por la mañana. ¿No creen? Todos esperan que se asome la renia, pero obvio nunca pasa. Les recomiendo mucho que observen los detalles de la reja y del palacio, su construcción es maravillosa, tanto que en fotos es complicado explicar.)

(Los autobuses no pueden estacionarse ni pasar frente al Palacio de Buckingham por ley, así que se tiene que caminar un par de calles.)

Caminata en St. James Park

Una de las cosas que siempre escribo de manera repetida es que cuando vayan a un país, la mejor manera de conocerlo es caminando por sus calles y conocer sus parques. Nosotras habíamos terminado de ver por afuera el Palacio de Westminster, por lo que decidimos caminar de nuevo hacia El Palacio de Westminster para tomar la ruta de Golden Tours que nos apetecía. La distancia entre los dos palacios es corta, más o menos son diez minutos caminando. Creo que aunque esos momentos fueron no tan importantes como haber ido a una atracción, el caminar con mi familia por St. James Park y me relajó bastante.

(Hermosa vista, tan relajante que cautiva. Voy a volver a Londres, no sé cuándo pero cuando caminé este parque decidí que la próxima vez que vuelva vendré con un buen libro a quedarme toda una tarde por aquí, disfrutando del atardecer y esperando conocer a alguien maravilloso.)

Los londinenses son personas muy amables, y me lo volvieron a demostrar una vez más en el parque. Me encontré a un hombre ya grande que les estaba dando pan y cacahuates a los pájaros, pero de repente comenzaron a acercarse muchas ardillas. En mi país no es tan común encontrar parques así de grande y si es que los encontramos, será algo difícil ver ardillas, así que me quedé observándolas esperanzada de que se acercaran un poco a mí aunque no tuviera nada que darles. De la nada el señor sacó varios cacahuates de su bolsa y nos compartió para poder darles a las ardillas. Fueron muchas las que se nos acercaron y aunque fuera algo insignificante, eso fue uno de mis momentos favoritos en Londres, donde no tuvieron que ver las atracciones, el dinero o la comida para que experimentara un momento de auténtica y genuina felicidad.

(Así nos encontramos al señor en un inicio, con su bolsa de cacahuate y pan en el suelo, el parecía estar en sintonía con los animales del parque como si hubiera venido desde hacía treinta años.)

(El señor nos compartió cacahuates y pan a las cuatro, cada una nos tomamos una foto con las ardillas, porque donde venimos no hay muchas y no son tan amigables o dóciles.)

Hicimos lo que todo turista hace en Londres…

Cuando finalmente llegamos al Palacio de Westminster, tachamos de nuestra “lista de cosas por hacer” el tomarnos la típica foto de postal en una cabina de teléfono británica con la Torre del Reloj detrás nuestro. Muchos piensan que la Torre se llama Big Ben, pero realmente ese es el nombre de la campana que se encuentra en el reloj.

(Estas fotos son muy cotizadas, tal vez no se puede apreciar pero me sentía presionada porque había como cinco o seis personas esperando para tomarse la misma foto, y eso que en Londres hay cabinas de teléfono rojas en cada cuadra, pero esta es única por el fondo que tiene. Eso sí, ahora que recuerdo, nunca vi a un ciudadano utilizando una cabina para hacer una llaamda, parece que están de adorno.)

Dimos unas vueltas más por la zona norte del país donde se encuentra la famosa estación de Paddington. Yo quería visitar ese lugar por la película del Oso de peluche que tiene el mismo nombre, así que mi sueño se hizo realidad.

Parada en el Birtish Museum

Cuando regresamos a casa, cenamos un poco y quisimos terminar nuestro día visitando el museo británico o British Museum. Nos animó mucho visitarlo porque los museos en Londres son gratis, y el británico es uno de los más importantes que hay en el mundo. Lo visitamos un par de horas y eso es lamentable cuando este es de los museos al que hay que dedicarle todo un día. Visitamos un poco de la cultura asiática y sobre todo de la de arte egipcio, ya que fuera de Egipto esta es la colección de arte egipcio más grande que existe en el mundo y sobre todo bien preservada. A mí me fascina leer mucho de los países a donde voy antes de llegar, ya que esto me permite tener un mejor contexto de lo que conviene visitar sin la necesidad de contratar a un guía. Una de las atracciones que me fui a ver casi que de manera directa fue la famosa Piedra Rosetta, esta piedra fue clave para poder descifrar los jeroglíficos egipcios. No me podía ir de Londres sin haberla visto, ¿están de acuerdo? Nuestro error fue haber querido llegar caminando cuando claramente estaba bastante lejos. Sin embargo nos divertimos bastante y el camino de regreso a donde nos hospedábamos nos sirvió para apreciar un poco más de la cultura londinense y el estilo de vida. Esta fue la única ciudad en la que las cuatro decidimos que nos gustaría vivir, para el segundo día estábamos tan enamoradas de Londres que nos tenía comiendo de la mano.

(La famosa piedra Rosetta. En el museo se pueden ingresar cámaras fotográficas, y esta piedra debe de estar más fotografiada que Kim Kardashian, ya que no había momento en el que un lente dejara de apuntar a ella y con toda la razón del mundo. Abrió paso a un gran descubrimiento arqueológico.)

Cena de pobres en el Burguer King y visita a King’s Cross

Lamentablemente, Londres es una de las ciudades más caras. Y como íbamos a continuar visitando muchos más países, decidimos comer esa noche en un Burger King, donde compartimos un dos combos entre las cuatro. Después de ello fuimos a la estación de King’s Cross. Esta estación es famosa por los libros de Harry Potter, de la autora J.K Rowling. Se supone que desde el primer libro de Harry Potter, él tiene que llegar a Howgarts en el tren que sale del andén 9 y ¾. En honor a ello, pusieron el típico carrito de Harry Potter que se queda incrustado en la pared. Nosotras fuimos a King’s Cross como tres veces para poder sacarnos aquella foto, pero la fila de espera para tomársela era tan larga que preferimos esperar. A un lado del carrito se encuentra una tienda oficial de los productos de Harry Potter, donde podrás pasar a recoger la fotografía que te tomaron si es que te interesa. Esta estación no sólo es digna de visitar si eres un fan de Harry Potter, es una estación bonita, moderna, con muchas opciones de comida y de cambio de dinero. También hay varias estructuras altas de cobre o acero y son tiernas, por ejemplo hay una de unos enamorados despidiéndose.

Lo repito, los londinenses son muy agradables

Cuando volvíamos del museo, de cenar y de visitar King’s Cross, quisimos pararnos en un pub londinense llamado “The Queen’s Head” que justamente se encontraba a un lado de Reagent’s House, que era donde nos estábamos hospedando. Yo asumo que se llama “The Queens Head” en referencia a Ana Bolena, una de las esposas del Rey Enrique VIII que provocó que se divorciara de la Reina y se separara de la iglesia católica formando su propia iglesia anglicana. El rey quería un hijo y Ana Bolena sólo le pudo dar una hija, años después él la acusó de adulterio y fue ejecutada en La Torre de Londres. Regresando al tema, estuvimos ahí un rato, para resguardarnos del frío y al salir nos quisimos tomar una foto del recuerdo, pero estos tres amigos que se observan abajo posaron para la cámara y después quisieron tomarse una foto con nosotras. A mi amiga y a mí nos querían invitar una cerveza, estoy segura que cualquiera puede hacer amigos en Londres, no importa que seas el más tímido de todos tus amigos. Si tú no les hablas, de seguro ellos te hablarán a ti. 

(¡Nuestro nuevo lugar favorito para tomar cerveza: "The Queens Head"!)

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